domingo, 29 de mayo de 2016

De Vallgorguina al Dolmen de Pedra Gentil

Hoy hemos realizado otro de los itinerarios de la Xarxa de Parcs Naturals, en su página web hay abundante información de los mismos y también es posible descargarse la guía completa aquí. El itinerario que hemos realizado sale de la entrada de Vallgorguina. Una vez cruzado el puente sobre la riera se encuentra un cartel indicativo con la descripción de la ruta (SL-C 71).
Como en todos los itinerarios de la Xarxa, la señalización es excelente con marcas blancas y verdes. Por el Pla del Forn llegamos hasta la depuradora, que bordeamos, y continuamos hasta el desvío del Sot de Can Sumana donde comienza la subida por el fondo del mismo.
El Pla del Forn.
Todo bien señalizado.
Plátanos de sombra.
Justo antes de abandonar el fondo del Sot está indicado el desvío a la Font d'en Nel... se encuentra totalmente seca a pesar de la humedad acumulada de las lluvias de esta primavera. Parece que aun no ha llovido lo suficiente para compensar el invierno tan seco que hemos tenido.
En el Sot de Can Sumana.
Font d'en Nel.
Estallido de colores primaverales.
El camino, siempre bien señalizado, realiza un par de curvas en subida y termina en un cruce de caminos en el Pla d'en Duran. A la derecha se ve la subida que en pocos metros nos deja en un turonet donde se encuentra el Dolmen de Pedra Gentil rodeado de pinos.
Dolmen de Pedra Gentil.
El Turó de l'Home al fondo.
A la sombra de 4.000 años.
Según parece, el estado actual es fruto de una restauración que se hizo el año 1.855 por el propietario de Can Pradell de la Serra. Como casi todos los dólmenes tiene asociada una leyenda según la cual era punto de reunión de las brujas de la zona cada viernes por la noche. Durante el aquelarre correspondiente cada bruja rendía cuentas de su conducta brujeril, si alguna no había sido suficientemente malvada era condenada a ser ahorcada. 
La pista que va a Can Pradell.
Can Pradell de la Serra.
La pallissa convertida en restaurant.
Volvemos al Pla d'en Durán y tomamos la pista que lleva hasta Can Pradell de la Serra, por el camino dejamos a mano derecha el desvío a Santa Eulàlia de Tapioles. La antigua pallissa de la masía es ahora un restaurante donde paramos a refrescarnos con una cervecita antes de continuar.
EL Montnegre desde Can Pradell.
Y la Carena del Trull.
En el Bosc de la Puig.
Poco más adelante abandonamos la pista, que continuaría hasta el Santuari del Corredor, para entrar en el Bosc de la Puig. La orientación norte hace que la mezcla de árboles sea realmente espectacular, robles, encinas, alcornoques, madroños, algún pino despistado... Las vistas que se abren sobre el Montseny son muy bonitas con unas nubes que parecen puestas para decoración.
Vistas hacia el Turó de l'Home, Matagalls, Collformic...
Formas extravagantes...
y cicatrices de los alcornoques.
En la Solella de Can Clarens.
El camino, muy sombreado, cruza toda la ladera en ligera bajada hasta llegar a la Solella de Can Clarens, la masía de Can Clarens es ahora una casa de colonias. En la solana se nota como empieza a apretar el calor, por suerte el camino continúa bajando algo más sombreado hasta llegar a la Riera de Can Vilar, ya prácticamente a la entrada de Vallgorguina.
Can Clarens.
Camino de la Riera de Can Vilar.
Llegando a Vallgorguina.
Si se sigue por el camino se va a parar al cartel del punto de inicio. Nosotros nos desviamos por un pequeño puente sobre la riera para cruzar al centro del pueblo donde hemos dejado aparcado el coche.
Distancia: 6,9 Km.
Desnivel acum.: +292 mts. -292 mts.

domingo, 22 de mayo de 2016

En bicicleta por el Corredor

Hacía tiempo que quería ir a pedalear por la zona del Parc del Corredor y, finalmente, quedo con Josep para que haga de "guía" ya que se conoce bastante la zona. Quedamos a las 9 en Dosrius y enfilamos la carretera que va a Llinars por el Coll de Can Bordoi. A primera hora de un domingo esta carretera está prácticamente tomada por bicicletas y algunas motos, de coches casi ninguno en toda la subida.
Subida por carretera a Can Bordoi.
Coll de Can Bordoi.
Subida a Sant Andreu del Far.
En el mismo Coll de Can Bordoi sale el camino, asfaltado al principio, que lleva al Santuari del Corredor. Cuando se acaba el asfalto aparece el típico sauló de la zona que permite rodar muy cómodamente. Pasamos Sant Andreu del Far, Can Bosc y el àrea d'esplai de la Solella del Corredor.
Rodando cómodamente.
El Montseny asoma al fondo.
Can Bosc.
El camino va subiendo de forma continuada con algunas bajadas, pero en general la pendiente es bastante suave y se puede disfrutar del paisaje que se va abriendo hacia El Montseny y el Vallés Oriental.
Santuari del Corredor.
Mare de Déu del Socors (S.XVI).
Retablo plateresco (S. XVIII).
El Santuari del Corredor se encuentra en medio de una gran explanada de hierba en la que dan ganas de quedarse tomando el sol. El olorcillo de carne a la brasa que sale del restaurante es realmente sugerente... Nos resistimos a la tentación y, después de descansar un buen rato, iniciamos la bajada.
¡Dan ganas de quedarse a tomar sol!.
Nos dejamos "caer"... con cuidado.
Unos suben... y otros bajan.
En el camino de bajada a la Creu de Rupit conviene controlar la velocidad ya que nos vamos cruzando todo el rato con gente a pie o en bicicleta. Además el sauló del camino es más peligroso de lo que parece, sobre todo en las bajadas. El bosque de encinas y alcornoques está exuberante en esta época del año y disfrutamos mucho de la bajada y el frescor de la umbría.
Madroños, encinas y alcornoques.
Un alcornoque ya pelado.
Todo bien señalizado.
Tras pasar la Creu de Rupit llegamos a Can Brugeras, donde tomamos el desvío que baja por la Riera de Can Rimbles. La pendiente se suaviza y sin darnos cuenta vamos poniendo desarrollos cada vez más largos y vamos bajando a toda velocidad hasta llegar a la carretera de Dosrius a Canyamars.
Por la Riera de Can Rimbles.
De vuelta a Dosrius.
Y final del paseo.
Ya solo quedan unos tres kilómetros de bajada por carretera hasta llegar a Dosrius y dar por terminado el paseo, a esta hora ya hay más tránsito de coches pero la carretera es suficientemente ancha y no se nos arriman demasiado. Aquí nos despedimos hasta la próxima, no sin antes hablar de futuras salidas, a pie o en bicicleta.
Distancia: 27,4 Km.
Desnivel acum.: +597 mts. -597 mts.

sábado, 14 de mayo de 2016

Sant Miquel del Fai

Hoy hemos quedado con Jordi y Carme para ir dar un paseo de Riells del Fai a Sant Miquel del Fai. Aparcamos a la entrada del pueblo y nos ponemos a caminar siguiendo el Camí de la Pineda. Como hace bastante tiempo que no coincidíamos vamos de "charrameca" y casi sin darnos cuenta ya estamos en la Masía de la Pineda. Poco más adelante llegamos a la entrada del restaurante de la Font de la Pineda donde a la izquierda sale un sendero perfectamente indicado que lleva a la Font de la Pineda con su plátano centenario.
Camí de La Pineda.
Masía de La Pineda.
La Font de La Pineda.
La Font de la Pineda se encuentra sellada y con un cartel de "agua no potable". Siguiendo por el margen del río, poco metros mas adelante, se encuentra el Gorg d'en Jeroni, un lugar muy agradable y sombreado. Supongo, que en verano debe de estar lleno de gente, pero hoy y a esta ahora está muy tranquilo.
Gorg d'en Jeroni.
Foto de familia...¡que guapos!
El Molí de la Madella.
De vuelta a la Font de la Pineda continuamos por el camino, siempre bien señalizado, pasando por las ruinas del Molí de la Pineda y la Masía de La Madella hasta llegar a las casas de Torres de la Madella. Aquí tomamos el desvío que continua recto hacia la antigua central eléctrica del Fai, de la que solo quedan en pie las paredes y poco más.
Antigua central eléctrica del Fai.
¡Haciendo equilibrios!
El Tenes por encima de la central.
En la central termina el camino, para continuar hasta la Bauma Rosa primero hay que cruzar un canal de agua y luego ir siguiendo por el margen izquierdo del río buscando el paso entre zonas de roca y la vegetación. Hay que ir con mucho cuidado para no resbalar en las rocas mojadas o los tramos de sendero mojados, pero la Bauma Rosa y su Gorg valen la pena los equilibrios que hemos tenido que hacer.
Hay que caminar con cuidado...
La Bauma Rosa.
Gorg de la Bauma Rosa.
Deshacemos camino hasta el desvío señalizado de Torres de la Madella y retomamos el camino de subida, a tramos empedrado. Un par de curvas algo más empinadas y llegamos a Roca Vermella desde donde ya se ve perfectamente el Salt del Tenes al otro lado del valle. Al final un tramo de escalones nos deja en uno de los aparcamientos de Sant Miquel del Fai.
Subida a Roca Vermella.
El Salt del Tenes.
Llegando a Sant Miquel del Fai.
Para acceder al recinto del Espai Natural de Sant Miquel del Fai hay que pagar una entrada de ¡8 € ni más ni menos!. Si has subido andando el precio es la mitad, lo que no me queda muy claro es como pueden estar seguros de que realmente has subido andando y no en coche. En cualquier caso es un lugar que vale la pena visitar, está muy bien cuidado y la presencia del agua es continua en todo el recinto.
Plaça de l'Abadia y Casa del Priorat.
Agua por todas lados.
Vista hacia la Vall del Tenes.
La iglesia está construida aprovechando el hueco en la roca y como no hay espacio para el campanario, este está situado justo delante de la entrada. En el interior de la iglesia se pueden admirar dos piezas muy singulares, bueno... en realidad son reproducciones. La primera es la Cruz del Fai, una de las más antiguas de Catalunya, es de madera revestida con una lámina de plata repujada y cincelada, el original se encuentra en el Museo Diocesano de Barcelona. La otra pieza es la Virgen del Fai, una imagen de estilo gótico en alabastro (S.XIV-XV), el original está en el Museo Maricel de Sitges. 
La iglesia románica troglodita (S.X).
Creu de Sant Miquel del Fai.
Virgen del Fai.
La plaza que hay a continuación de la iglesia es la del Salt del Rossinyol, a pesar de que esta primavera está siendo bastante lluviosa este salto llevaba muy poca agua. Esto hace recordar la descripción que Josep Pla hizo del lugar en los años 40 en su libro "Guía de Catalunya":
El que no veiérem enlloc fou la cascada. Davant aquesta contrarietat, interrogàrem una dona del país i em digué:
- La cascada existeix, però només funciona els diumenges. Avui és dimecres, comprèn? Vostè ha vingut un mal dia.
Vaig quedar estupefacte. Mai no hauria sospitat l'existència de cascades d'horari fix, intermitent i setmanal. La impetuosa descripció de la cascada feta per Víctor Balaguer, penso, ha quedat molt malparada.
- Llavors aquesta és una cascada setmanal, com les revistes il·lustrades i els partits de futbol... - vaig dir a la dona.
- Si vostè fos mestre i hagués vingut amb les criatures de l'escola, no vull pas dir que no els l'haguessin ensenyada. Ho solen fer quan arriben els nens o nenes amb els seus mestres. Altrament, la cascada només funciona els diumenges, quan hi ha gent, perquè seria llàstima que els qui han pujat per veure-la es quedessin amb un pam de nas.
- Aquesta és, doncs, una cascada setmanal corregida per les exigències de la pedagogia. És divertit...
Poco más adelante, en la Plaça del Repòs, hay una estatua del autor de esta divertida descripción y nos hacemos una foto con el. El paseo continúa por la gruta-tunel que da acceso al Salt del Tenes, este si que baja con bastante agua, las formaciones calcáreas del interior son espectaculares y el lugar es casi mágico.
Con nuestro amigo Josep Pla.
Gruta del Salt del Tenes.
¡Con mi comadre Carmeta!
El camino continúa hasta la Ermita de Sant Martí y la entrada a la Cova de les Tosques. En ese momento vemos que un helicóptero del 112 se acerca a la zona de la Bauma Rosa donde estábamos hace un rato, suponemos que alguien debe haber resbalado y tienen que evacuarlo.
Verde primaveral por todos lados.
Ermita de Sant Martí.
Operación de rescate del 112.
El camino termina en la explanada de la ermita de Sant Martí, donde también está la entrada de la Cova de les Tosques. Aquí siempre hay unos cascos colgados que puedes coger y que devuelves a la salida, es muy recomendable ponérselos ya que aunque la cueva está muy bien acondicionada la posibilidad de algún coscorrón en las partes mas bajas es importante.
Entrada a la Cova de les Tosques.
Convenientemente equipados.
Formaciones calcáreas.
Curiosas formas de la piedra tosca...
Con balcones naturales...
Y pequeñas oquedades para explorar.
Después del recorrido por la Cova de les Tosques deshacemos el camino de ida y paramos un rato en la zona de picnic para comer algo y tomar una cerveza en el chiringito que hay. De vuelta a la Plaça del Repòs aprovechamos para bajar a visitar la Cova de Sant Miquel... ¡más formaciones calcáreas y más agua!.
Cova de Sant Miquel.
Más formaciones calcáreas.
Y unos colores muy bonitos.
En la plaza del Salt del Rossinyol nos entretenemos un rato con elucubraciones acerca de la "situación laboral" de los cines y patos del estanque... ¿Serán funcionarios del ayuntamiento de Riells?, ¿mileurístas con contrato-basura?, ¿o simplemente habitantes del lugar?. Como no llegamos a ninguna conclusión, rápidamente damos por concluido el debate y vamos a comprar queso y embutido en una de las paradas de la entrada antes de enfilar el camino de vuelta.
Estanque delante de la iglesia.
¿Habitantes o funcionarios?
En plena "toilette"
De bajada hacemos casi el mismo camino que a la ida pero sin desviarnos a los gorgs, ahora el sol "pica de valent" y lo primero que hacemos al llegar a Riells del Fai es buscar un bar para refrescarnos y comer algo... ¡no vaya a ser que hallamos quemado demasiadas calorías!.
El campanario de la iglesia.
Roca Vermella.
De vuelta a Riells del Fai.
Distancia: 9,0 Km.
Desnivel acum.: +906 mts. -906 mts.