martes, 19 de junio de 2018

Monasterio de Sant Cugat del Vallès

El Monasterio de Sant Cugat del Vallès se encuentra en el mismo centro de la población, de hecho la población creció alrededor del monasterio. Sobre el S.V se erigió una primera construcción para venerar los restos de Sant Cugat y, posiblemente, albergó una primera comunidad monástica que resultó arrasada por las invasiones musulmanas.
El año 877 se vuelve a tener constancia escrita del monasterio, hasta que en el S.X quedó arrasado por las razias de Almanzor. Reconstruido nuevamente, adoptó la regla de Sant Benet y dió inicio una etapa de esplendor, que lo llevó a ser el monasterio con más poder e influencia de los condados de Catalunya. El año 1835, tras la desamortización de Mendizabal, pasó a usarse sucesivamente como escuela, ayuntamiento y como sede de la policía local, hasta que fue declarado Monumento Histórico en 1931.
Llegamos muy temprano y coincidimos con la hora de la celebración de la primera misa. Así que aprovechamos para recorrer tranquilamente todo el exterior del conjunto, su recinto amurallado (S.XIV), los ábsides de la cabecera, el campanario y el Palacio Abacial. Terminamos la vuelta otra vez en la fachada principal. Es bastante sencilla pero muy bonita, los capiteles góticos de la portada están todos decorados con motivos vegetales, salvo uno en que aparece una cara, una paloma y un perro comiendo un hueso. El rosentón de la fachada resulta que es gemelo del de Santa María del Pi en Barcelona.
La fachada con su magnífico rosetón.
Cruz de término en la plaza interior de la entrada.
El Palacio Abacial.
Vista del conjunto desde el exterior del recinto amurallado.
Las torres defensivas del recinto amurallado.
El campanario y el cimborrio.
Ábside principal con un ventanal gótico "injertado".
El edifico renacentista que da acceso al claustro.
El único capitel con decoración no vegetal.
El rosetón es gemelo del de Santa María del Pi en Barcelona.
Tras recorrer todo el exterior del recinto amurallado entramos a visitar la iglesia. Es de planta basilical, con tres naves que finalizan en sendos ábsides. La estructura es totalmente románica, pero las bóvedas ya son de un estilo de transición al gótico. Es curioso que en el ábside central se abrió un ventanal gótico en la estructura románica... ¡y no se derrumbó!. El cimborrio, el rosetón y el ventanal gótico, otorgan bastante luminosidad a la nave principal.
Vista de la nave principal.
El rosetón de la fachada.
El cimborrio gótico visto desde el interior.
La Mare de Deu del Bosc (S.XII).
Retablo de Sta. María de todos los Santos. Pere Serra (1375).
El ábside principal románico con el ventanal gótico.
Nave lateral con varios retablos renacentistas.
Gallo de la veleta que cantó tras el asesinato del Abad Biure.
Sepulcro del Abad Odó.
Sepulcro de la família Saltells.
La entrada al claustro es gratuita, pero es muy recomendable alquilar la audioguía (4 €) ya que te vá explicando los capiteles más remarcables y otras curiosidades. El conjunto del claustro es del S.XII y en su interior se han puesto al descubierto los restos de una primitiva iglesia paleocristiana del S.V, donde se supone que fue enterrado Sant Cugat tras su martirio el año 304. En lo que, en su momento, era el refectorio hay instalada una exposición sobre la arquitectura románica, todo muy bien montado de cara a las escuelas.
Vista general del claustro.
Interior de una de las galerías.
Restos de la iglesia paleocristiana.
La sala capitular ahora una sala de exposiciones.
Vista de una de las alas del claustro.
Ménsulas decoradas de los arcos ciegos.
Portal de acceso a la iglesia.
Un espacio que transmite tranquilidad.
Los capiteles están esculpidos en piedra arenisca de Montjuich, mientas las columnas son de piedra numulítica procedente de la zona de Girona. De los capiteles llama mucho la atención uno, situado en una de las esquinas, que representa a un picapedrero esculpiendo un capitel corintio, junto a el hay una placa en la que se puede leer:
HEC EST ARNALLI
SCULTORIS FORMA CATELLI
QUI CLAUSTRUM TALE
CONSTRUXIT PERPETUALE
Que traducido vendría a decir: "Este es el retrato del escultor Arnau Cadell que esculpió este claustro para la perpetuidad", vamos, un autorretrato con tarjeta de visita incluida. Es un caso único en que el autor de los capiteles firmó su obra, lo que indica que debía ser un artesano bastante famosillo en su época, se supone que también fue el autor de los capiteles del claustro de la Catedral de Girona.
Algunas de las bases de las columnas se han tenido que reponer, pero los capiteles son todos los originales y en un estado de conservación increible. En los que dan al interior del claustro la decoración es con motivos vegetales, mientras que los que dan a las galerías los motivos son de tipo bíblico y de la vida diaria del monasterio. Resulta muy entretenido ir identificando cada una de las escenas representadas.
Noé construyendo el arca.
El arca y la paloma, el fin del diluvio.
La viña de Noé.
Multiplicación de los panes y los peces.
La matanza de los inocentes.
Presentación de Jesús en el templo.
Monjes dirigiéndose a las oraciones.
Monjes afeitándose la tonsura.
Un juglar tocando la flauta.
Adán y Eva.
La entrada a Jerusalén.
Jesús lavando los pies a los discípulos.
La muerte de Lázaro.
Sansón lucha contra el león.
La duda de Santo Tomás.
La huida a Egipto.
Lucha de la virtud contra el vicio.
La dormición de la Virgen María.
El sobreclaustro es de estilo renacentista (S.XVI) y alberga una estupenda exposición sobre la vida monacal en la edad media, la orden de los benedictinos y también un conjunto de dioramas sobre dos hechos puntuales de la historia del monasterio: el asesinato del Abad Biure en 1350 y la batalla de Sant Cugat en la Guerra del Francès.
La galería del sobreclaustro.
Exposición sobre la vida monacal.
El asesinato del Abad Biure, 24 de Diciembre de 1350.
La Batalla de Sant Cugat, 12 de Octubre de 1808.
Lo del asesinato del Abad Biure me pica la curiosidad, me pongo a buscar información y la historia resulta ser bastante jugosa. Ramón de Saltells era un caballero de cierta importancia (el sepulcro familiar se encuentra en un lateral de la iglesia) que, al enviudar, decidió ingresar en el monasterio para morir bien cuidado. Como su único hijo, Berenguer de Saltells, se había largado de casa y no se sabía nada de él, donó todos sus bienes al monasterio para pagar la estancia, dejando una cantidad de dinero (10.000 sueldos) reservada por si las moscas aparecía el hijo.
El caso es que falleció el padre y rápidamente apareció el hijo - estaba viviendo en Barcelona que tampoco era tan lejos - reclamando su herencia además de los 10.000 sueldos reservados. Como el monasterio no estaba dispuesto a devolver nada, el asunto terminó en los tribunales, que finalmente dictaminaron que el monasterio tenía que pagar 47.350 sueldos a Berenguer en el plazo de seis meses, o bien devolverle toda la herencia.
En Diciembre de 1350 se acercaba el final del plazo y el monasterio no lograba reunir la cantidad estipulada, ni siquiera vendiendo las propiedades heredadas. El cabreo de Berenguer debía ser monumental, hasta el punto que acompañado de unos pocos seguidores, se plantó en la iglesia y en mitad de la Misa del Gallo - ni corto ni perezoso - cosió a puñaladas al abad en plena celebración. Según la leyenda, en ese momento el gallo de la veleta de la iglesia cantó tres veces y se escuchó hasta en Montserrat.