sábado, 24 de febrero de 2018

Vic, algo más que niebla y embutidos

Otro día de turismo y cultura, esta vez en Vic, tal y como habíamos decidido cuando fuimos a Lluçà. Quedamos con mi cuñada Isabel en el aparcamiento del Sucre, la temperatura es de tan solo 1ºC y, como no, Vic nos recibe con su proverbial niebla invernal.
El origen de la ciudad es un asentamiento íbero del S.IV a.C. llamado Auso, la capital de la tribu de los Ausetanos. En el año 826 resultó totalmente arrasada después de la invasión musulmana y la Revolta d'Aissó contra los Francos. No se volvió a reconstruir hasta cincuenta años después, por impulso de Guifré el Pilós quien también fundó el condado de Osona. Fue en esa reconstrucción que apareció el nombre de Vicus Ausonensis (barrio de Auso) ya que, inicialmente, solo se reconstruyó uno de los barrios de la antigua ciudad romana.
Vamos directamente a la Plaça del Mercadal, centro neurálgico de la ciudad donde, como cada sábado, se celebra el mercado semanal. Es el típico mercado donde se puede encontrar casi de todo, verduras, productos de la tierra, los típicos embutidos, ropa, móviles... la plaza queda ocupada por todas las paradas y el bullicio es intenso a pesar del frío.
El edificio del Sucre entre la niebla.
Plaça del Mercadal, día de mercado en Vic.
Setas de la zona, arándanos...
Y logicamente... embutidos.
La Casa de la Ciutat entre el bullicio del mercado.
La Llotja del Blat, ahora acoge la oficina de turismo.
Tras desayunar justo al lado de la Oficina de Turismo nos vamos callejeando hasta el templo romano de Vic. La historia de este templo es cuando menos curiosa, construido en el S.I-II, en el S.IX se construyó a su alrededor el castillo de los Montcada, aprovechando las paredes de la cella para el patio interior del castillo. Es decir, las paredes interiores del templo pasaron a ser las exteriores del patio y así quedó olvidada la existencia del templo. Cuando en 1.882 se empezó a derribar el castillo, se dieron cuenta de la existencia del templo y se iniciaron las obras de recuperación. Se salvaron las paredes, los cimientos del pórtico, así como restos de capiteles, columnas y molduras, vamos, que excepto las paredes todo lo demás es una reconstrucción.
Lateral del templo romano.
Frontal reconstruido del templo.
El interior ahora es una sala de exposiciones.
Los restos del Castell de los Montcada.
Resto de decoración del templo reutilizados en el castillo.
Foto del estado cuando se descubrió.
A continuación nos encaminamos al plato fuerte de hoy, el Museo Episcopal de Vic. Se trata de un edificio moderno, justo al lado de la catedral, y que no cuadra nada bien con el entorno. Nos apuntamos a la visita guiada al románico que ya viene incluida en la entrada, seremos nosotros tres más una cuarta persona... ¡increible teniendo en cuenta lo que guarda este museo en su interior!. Mientras esperamos a que empiece la visita haciemos un recorrido por la exposición temporal sobre la Creu de Sant Joan de les Abadesses, el lapidario y toda la zona dedicada al mundo romano, íbero y algunas piezas egípcias.
Cruz de Sant Joan de les Abadesses (S.XIV).
Reverso de la cruz, cada imagen cierra un pequeño relicario.
El lapidario.
Gárgola de la antigua catedral de Vic.
Cruz de término discoidal.
Momia y sarcófago de Nadegaubastisred (S.I a.C).
Nada más entrar a las salas dedicadas al arte románico te encuentras de cara con una primera obra excepcional, el Descendimiento de Erill la Vall. A partir de ahí vas viendo la cantidad de frontales de altar románicos, imágenes de la Mare de Deu, crucifijos, pinturas murales, etc... que hay en la sala. Se ha de destacar que el museo se construyó exprofeso para la colección que ya existía, por lo que las salas son amplias y muy bien organizadas cronológicamente. La guia va explicando las piezas más importantes, sus funciones y algunas curiosidades. Por ejemplo el frontal de Santa Maria de Lluçà se usó durante muchos años... ¡como puerta de una pocilga!, es por eso que está partido por la mitad.
Descendimiento de Erill la Vall (S.XII).
Frontal de altar de Sta. María de Lluçà (S.XIII).
Frontal de altar de Sant Martí de Puigbò (S.XII).
Baldaquín de Ribes (S.XII).
Frontal de altar de Sta. Margarida de Vilaseca (S.XII).
Frontal de altar de Sant Hilari de Vidrà (S.XIII).
Laterales de altar de Sant Miquel de Soriguerola (S.XIII).
Mural de la Santa Cena de la Catedral de Urgell (S.XIII).
Pinturas murales del ábside de Sant Martí del Brull (S.XII).
Majestad de Santa Maria de Lluçà (S.XII).
Mare de Deu de Sant Pere de Roda de Ter (S.XII).
Cristo Pantocrator de Sant Bartomeu d'Igualada (S.XIII).
Mare de Deu del Castell de Solsona (S.XIII).
Mare de Deu de St. Bartomeu de Llaés (S.XIII).
Al pasar de las salas dedicadas al románico a las dedicadas al estilo gótico, continúa la misma tónica. Una primera obra excepcional, en este caso el retablo de La Pasión de Sant Joan de les Abadesses, y luego una extensa colección de retablos e imaginería de los siglos XIV-XVI.
Mare de Deu de Vallclara, Vilanova de Sau (S.XV).
Retablo de La Pasión, St. Joan de les Abadesses (S.XIV).
Detalle de La Crucifixión del retablo de La Pasión.
Detalle del Descendimiento del retablo de La Pasión.
Retablo de Sta. Margarida, Fonollosa (S.XV).
Retablo de St. Martí de Tous, L'Esquirol (S.XV).
Retablo de Sant Francesc, Lluis de Borrassà 1.415.
Retablo de Guimerà, Ramón de Mur 1.412.
Retablo de St. Ramón de Penyafort (S.XVI).
Tríptico en madera policromada y dorada (S.XVI).
En la planta superior del museo se encuentran las salas dedicadas al textil y al vidrio. La primera es bastante interesante con algunas piezas destacables, la segunda ya no tanto y le hacemos un repaso rápido.
El "Pany de les Bruixes", St Joan de les Abadesses (S.XII).
Frontal de altar en seda, Sant Joan de les Abadesses (S.XIV).
Capas pluviales variadas.
La sala dedicada al textil.
Vitrina de la sala dedicada al vidrio.
¡Una sonrisa para la cámara!.
A la hora de comer decidimos no complicarnos la vida y volvemos a La Bodega de Vic, por la mañana hemos quedado muy contentos y la comida también resulta excelente. Bien situado, muy amables y buena relación precio/calidad... ¡muy recomendable!.
La siguiente visita es a la Catedral de Sant Pere. De la catedral original, iniciada por el Abat Oliba en el S.XI, solo queda el campanario y la cripta bajo el altar principal. El resto del edificio es de estilo neoclásico (1.7801-1.803), excepto la sala capitular y el claustro gótico que son del S.XIV... ¡todo un babel de estilos!. Lo más famoso son las pinturas de Josep Maria Sert que decoran la nave principal, las originales se perdieron durante la guerra civil cuando la catedral resultó incendiada, el mismo Sert las rehizo en 1.945. A pesar de su fama, el conjunto del interior de la catedral me resulta un tanto tétrico y opresivo.
Campanario original de la catedral románica (S.XI).
Casa Bayés en la Plaça de la Catedral.
Fachada neoclásica de la catedral.
Interior de la catedral, me resultó un tanto tétrica.
Las pinturas de Josep M. Sert decoran todo el interior.
Por todas las paredes... casi obsesivo.
Retablo gótico original (S.XV).
La cripta románica.
El claustro gótico del S.XIV.
El sepulcro de Jaume Balmes en el claustro.
Detalle de la decoración de los capiteles.
Tumba de Josep Maria Sert en un lateral del claustro.
La Sala Capitular.
Puerta de la Sala Capitular al claustro.
De salida de la catedral nos vamos a la Rambla del Bisbat. Las ramblas de Vic van resiguiendo el trazado de la antigua muralla y en este tramo aun son visibles algunos restos. Al final de la Rambla se encuentra el Pont de Queralt que daba acceso a la ciudad medieval viniendo de Barcelona. Aquí también se encuentran las antiguas curtimbres "les Adoberíes", son unos edificios bastante degradados que están pendientes de restauración.
Antiguas murallas en la Rambla del Bisbat.
El Pont de Queralt (S.XI).
les Adoberies.
La Casa Comella.
Mosaicos de la Primavera i el Verano.
Mosaicos del Otoño y el Invierno.
De vuelta al coche volvemos a pasar por la Plaça del Mercadal, ahora tranquila sin el bullicio del mercado y podemos ver con calma la bonita fachada de la Casa Comella con sus mosaicos de las cuatro estaciones.