domingo, 30 de septiembre de 2018

Cripta de la Basílica de Santa María, Vilafranca del Penedès

Desde que hicimos la visita Vilafranca del Penedès medieval que teníamos pendiente visitar la cripta de la basílicas de Santa María. Situada bajo el altar mayor, fue construida entre 1558 y 1561. Posteriormente fue reformada añadiéndole una antecripta para ampliar el altar mayor y adecuarlo a las directrices del Concilio Vaticano II. La bóveda de arcos rebajados es muy elegante con dos claves de bóveda muy bien trabajadas.
Sin embargo, lo más remarcable de la cripta son los dos conjuntos escultóricos que alberga. Ambos son obra de Josep Llimona y fueron encargados y financiados por el obispo Josep Torras i Bages, natural del pueblo de Les Cabanyes, a escasos quilómetros de Vilafranca. El primero que encontramos al acceder a la antecripta es la imagen de Sant Fèlix flanqueado por dos ángeles, debajo se encuentra el osario que contiene las reliquias del santo. Normalmente se encuentra cubierto por una losa (Ossa Sancti Felicis Presbyteri Martyris) y solo se descubre con ocasión de la festividad del santo, patrón de Vilafranca del Penedès.
Altar Mayor, debajo se encuentra la cripta.
Imagen de Sant Fèlix, con el osario y reliquias debajo.
Detalle de uno de los ángeles de la escultura de Sant Fèlix.
Uno de los arranques del arco original de acceso a la cripta.
Vista general de la cripta y el conjunto escultórico.
El aspecto que tenía la cripta antes de la remodelación.
Clave de bóveda con Cristo triunfante sobre el sepulcro.
La Piedad, la Virgen sosteniendo a Cristo muerto.
El conjunto escultórico principal es el Entierro de Cristo. Consta de siete figuras a tamaño natural esculpidas en mármol de Carrara. El centro de la composición lo ocupa el cuerpo de Cristo, la Virgen María es sostenida por San Juan, José de Arimatea está en actitud de tapar el cuerpo de Cristo, María Salomé, Nicodemo y María Magdalena desconsolada a los pies de Cristo.
El conjunto escultórico del entierro de Cristo.
La Virgen María acompañada por San Juan.
Detalle de la cabeza de Cristo.
María Magdalena, la viva imagen del desconsuelo.
José de Arimatea cubriendo el cuerpo de Cristo.
María Salomé.
Nicodemo sosteniendo la jarra de ungüentos.
La firma del autor en la base del conjunto.
Y el escudo del obispo Josep Torras i Bages.
El conjunto transmite toda la espiritualidad propia de Josep Llimona, con la más pura estética modernista. Buscando más información sobre el conjunto escultórico descubro que Llimona realizó dos obras muy similares, la de la Capilla Sanllehy en la Catedral de Barcelona y la de la sepultura de la familia Morell en el Cementerio de Soller.
Capilla Sanllehy. Claustro de la Catedral de Barcelona.
Sepultura de la familia Morell. Cementerio de Soller.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Tuixent, los pinos monumentales de l'Arp... y bolets!

Nos vamos a caminar al bosque de l'Arp en Tuixent con la intención de seguir la ruta de los "Pins monumentals de l'Arp". Dejamos el coche en el aparcamiento de las pistas de esquí de fondo y nos dirigimos hacia el refugio de l'Arp. A pesar de ser bastante tarde -casi las 11- el ambiente es fresco, en vez de seguir la pista forestal, vamos siguiendo el sendero señalizado para raquetas en invierno mucho más agradable y sombreado. Tras cruzar un pequeño barranco el camino se enfila para volver a juntarse con la pista forestal, donde encontramos un poste indicador de la ruta.
Camino al refugio-bar de l'Arp.
El refugio-bar con la Serra del Cadí al fondo.
Prados y bosque... muy relajante.
Sombreado y fresco en el bosque.
Sendero entre el bosque.
Señalizador de la ruta.
A partir de aquí el sendero se desdibuja y hay que ir buscando los pequeños postes pintados de amarillo de la señalización, no son muy abundantes, pero eso mismo da la oportunidad de navegar por el bosque buscando los pinos negros más viejos y de formas más espectaculares.
El primero que encontramos.
Algunos dan impresión de sufrimiento.
Seguimos encontrando...
Otro más...
Y el mayor de todos, l'Avi.
Un bonito poema de Josep Carner.
Alguno no sobrevive al paso del tiempo y las tormentas.
En este se puede apreciar la cicatriz dejada por un rayo.
Mientras vamos caminando por entre el bosque vemos cantidad de setas, hasta que... ¡anda!, ¡un rovelló!... lo cogemos y casi al lado... ¡otro!... ¡y otro más!... Por todo el camino, entre el bosque, vamos encontrando rovellons casi sin buscarlos.
Salimos del bosque en el Prat Llong, donde nos recibe una bonita vista de la Tossa Pelada. Nos dirigimos ahora, ya en bajada, hacia el cortafuegos que lleva directamente al punto de inicio. Por el camino nos desviamos para ver el Avenc del Circuit, una pequeña sima de unos 30 metros de profundidad. Segimos viendo setas por todos lados, algunas muy bonitas... y seguimos encontrando más rovellons.
La Tossa Pelada desde Prat Llong.
De bajada al cortafuegos.
Solo falta el pitufo durmiendo la siesta debajo!
El Avenc del Circuit.
La Serra del Cadí desde el cortafuegos.
El botín encontrado.
De vuelta a casa pesamos el botín... ¡bastante más de un kilo!, y puedo asegurar que mucho más sabrosos que los que se encuentran en las tiendas.
Distancia: 5,4 Km.
Desnivel acum.: +225 mts. -225 mts.

sábado, 1 de septiembre de 2018

La Vía del Nicolau

Esta ruta hacía ya un tiempo que tenía ganas de recorrerla. La empezamos en la entrada del pueblo donde hay expuesto un antiguo tren de las minas, testimonio del reciente pasado minero de la comarca. Cuando cruzamos el casco antiguo del pueblo no podemos evitar desviarnos para ver la iglesia de Sant Esteve de Bagà, es algo que empieza a ser una costumbre -parece que tengamos un radar enfocado al románico y gótico- iglesia, castillo o construcción que suene a medieval y para allí que vamos.
La iglesia de Sant Esteve de Bagà es de estilo de transición del románico al gótico (S.XIV-XV), exteriormente nos llama la atención el aspecto de fortaleza que tiene el ábside, y es que resulta que la iglesia formó parte del recinto amurallado de la villa. La fachada de poniente tiene una portada de estilo gótico esculpida con posterioridad, en la imposta vemos imágenes de personajes civiles de la época y dos ángeles tocando instrumentos musicales. El interior es sumamente sencillo, sin decoración alguna. Ya de camino a enlazar con la Vía del Nicolau pasamos por el Pont de la Vila o Pont del Molí, un puente medieval muy bien conservado que - junto con la iglesia - conforma un bonito rincón, el encuadre para las fotos resulta bucólico.
Tren minero en Bagà.
Sant Esteve de Bagà (S.XIV-XV).
El portal de poniente, de estilo gótico.
La nave y el ábside principal.
Detalle de la imposta izquierda del portal gótico.
Y de la imposta de la derecha.
El Pont de la Vila sobre el Riu Bastareny.
Vista de la iglesia dominando el Pont de la Vila.
Tras este pequeño preludio cultural nos ponemos en marcha. La Vía del Nicolau fue construida a principios del siglo XX (1914-1916) para transportar madera desde Gisclareny hasta Guardiola de Berguedá. Su promotor fue Tomás Nicolau Prieto, propietario del aserradero de Berga, que tuvo la concesión de la Vía hasta mediados de los años 30. El año 2009 se recuperó y restauró el trazado desde Sant Joan de l'Avellanet hasta Guardiola de Berguedà. Nosotros vamos a recorrer el tramo de Bagà hasta Sant Joan.
Plafón informativo de la Vía del Nicolau.
Ahora si... ¡nos ponemos en marcha!.
Penyes Altes de Moixeró.
Entrada de uno de los túneles.
El interior está bien consolidado.
Otro de los túneles.
Posando en una de las pasarelas.
El Mirador de la Vall del Bastareny.
En el camino encontramos expuesta una de las vagonetas con las que bajaban los troncos. Buscando información resulta que el viaje de bajada lo hacían "en caída libre", supongo que la velocidad la debían controlar tirando de freno, lo que no deja de tener su mérito y riesgo, en el viaje de vuelta las vagonetas vacías eran arrastradas con burros. Poco más adelante llegamos a la Pasarela del Nicolau, un puente colgante de unos 35 metros que cruza una de las cárcavas.
Una de las vagonetas de troncos.
Pasarela del Nicolau, de más 35 metros de largo.
El paseo continúa relajante y fresco.
Uno de los sitios donde la erosión hace de las suyas.
Cárcavas sobre el Ríu Bastareny.
Notas prematuras del otoño.
Font de Sant Joan de l'Avellanet.
La pequeña iglesia de Sant Joan de l'Avellanet (S.XII).
En Sant Joan de l'Avellanet nos acercamos a ver la pequeña iglesia románica, el ábside es la parte más antigua (S.XII) y el resto de la edificación es más reciente (S.XIV). Exteriormente es muy sencilla, pero el conjunto con el Comabona detrás resulta muy bonito. Lamentablemente está cerrada y no podemos ver el interior.
Para no volver por el mismo camino, continuamos por la pista que llevaría hasta la Font de la Vinya Vella, muy cerca de Guardiola de Berguedà. Comparado con el recorrido de la Vía del Nicolau esta parte resulta un poco monótona, pero las vistas sobre el Comabona a nuestra espalda, y sobre el pueblo de Bagà son muy bonitas. Pasamos la Font del Clot d'en Roca y al llegar a la masía de Matallops abandonamos la pista y empezamos a bajar directo hacia Bagà por un senderillo. Hay que tener cuidado de no resbalar, ya que la roca de esta zona se descompone en pequeños guijarros -de aspecto parecido al yeso- tan solo con pisarla.
Vistas sobre el Comabona y el Cap de la Boixassa.
En el Mirador de la Baga Major.
Con unas vistas magníficas sobre Bagà.
Font del Clot d'en Roca.
Masía de Matallops.
Sendero de bajada a Bagà.
La roca se desmenuza solo con tocarla.
La bajada es directa hasta Bagà.
La verdad es que este paseo no nos ha defraudado en absoluto. Es una ruta muy asequible, bien acondicionada, distraida, y con unas vistas estupendas sobre la zona del Moixeró, Bagà y toda la Vall del Bastareny.
Distancia: 8,3 Km.
Desnivel acum.: +304 mts. -304 mts.