domingo, 4 de abril de 2021

Miravinyes El Circell, la Bardera y Sant Pau

En excursiones anteriores he pasado por el Miravinya La Cadira en Torrelavit, y el Miravinya Balcó del Penedès en Fontrubí. Hoy le toca el turno a los tres restantes: El Circell en Les Gunyoles, La Bardera cerca de Lavern, y Sant Pau en Vilafranca.
Por caminos bien conocidos llego al primero de los miradores: el Miravinya El Circell. Está en la cima del Puig de la Mireta, al lado del cementerio de Les Gunyoles, y tiene unas vistas de 360º sobre el Penedès y el Garraf. Un bonito poema de Miquel Martí i Pol completa el mirador:
Com si fos un emblema
pel setembre comença la verema
i el pinyol d'or convida
a renovar la força de la vida
Viñas en plena brotación.
Camino hacia Can Suriol.
Les Gunyoles.
Miravinya El Circell.
Vista sobre el Penedès.
Vista hacia el Garraf.
De Les Gunyoles a Avinyó Nou se puede ir evitando la carretera por el carril para viandantes y ciclistas, en cualquier caso es una carretera con muy poco tránsito. En Avinyó Nou tomo el camino que discurre por la Serra del Bord hasta Cantallops, donde no me queda más remedio que seguir por la N-340 durante unos centenares de metros, para tomar el Camí de Can Rovira hacia Sant Pau d'Ordal.
Santa Margarida de Cantallops.
Sant Pau d'Ordal (S.XII).
EL tramo entre Sant Pau d'Ordal y Can Rossell es una subida continuada y bastante fuerte hasta empezar a bajar por el Camí de Can Gori. En este punto me empiezo a encontrar con grupos de gente que han alquilado la bicicleta en la estación de tren de Lavern-Subirats para hacer alguna de las rutas enoturísticas que comercializan.
Camí de Can Gori.
Can Rossell.
Bajada hacia Can Llopard.
Caves Llopart.
Al llegar a las Caves Llopart he de hacer unos pocos metros por carretera hasta el camino de Can Panxa, donde me desvío para acercarme a ver la Torrota de Can Llopard. Es una torre de vigilancia del S.XII, que debía ser subsidiaria del Castell de Subirats, sobre el que tiene una visión directa. De vuelta a la carretera, unos cientos de metros más adelante sale el camino que lleva al siguiente mirador de hoy: el Miravinya La Bardera.
En este mirador hay un monumento en homenaje a los payeses del Penedès. Consta de dos bloques de granito negro con unas manos de bronce encastadas en la roca -simbolizando el trabajo de la tierra- y unas urnas de bronce en las que hay depositadas semillas de las variedades de uva tradicionales de la zona: Macabeo, Xarel·lo y Parellada. El tramo de La Bardera hasta Lavern y la estación de tren es casi todo bajada y se hace muy agradable.
La Torrota de Can Llopard.
Vista hacia el Castell de Subirats.
Miravinya La Bardera.
Horno de cal al lado del camino.
Bajando hacia Lavern.
Can Maristany.
En la estación de Lavern-Subirats vuelvo a rodar por caminos conocidos, pasando por Can Cartró, Santa Fe, La Granada y Les Cabanyes. Un corto tramo por la carretera de Vilafranca y tomo el camino hacia el último mirador de hoy: el Miravinya de Sant Pau. Está situado en la ermita del mismo nombre y proporciona una vista estupenda sobre Vilafranca del Penedès. Para subir lo más directo me toca hacer un tramo arrastrando la bici por un camino con escalones.
Por el Torrent de Les Tarumbes.
Santa Fe del Penedès.
Restos de la ermita original.
Ermita de Sant Pau.
Vistas hacia Vilafranca.
Caves Mas Tinell.
La bajada hacia Vilafranca la hago por el camino que va directo hacia las Caves Mas Tinell. Al igual que el tramo de subida tampoco es ciclable por los escalones, pero ya no tengo muchas ganas de ir a buscar el camino que baja hacia Pacs del Penedès... la ruta ha sido un continuo sube y baja y ya empiezo a notar los kilómetros en las piernas. A pesar de todo me ha quedado una ruta muy bonita y he logrado evitar casi totalmente las carreteras, siempre buscando los caminos rurales, muchos de ellos asfaltados y con muy poco tránsito.
Distancia: 44,8 Km.
Desnivel acum.: +688 mts. -688 mts.