domingo, 28 de julio de 2019

Monte Perdido (3.348 msnm) por la ruta de las Escaleras

Monte Perdido, Ordesa, El Cilindro... son nombres que a cualquier pirineísta lo transportan a uno de los entornos más excepcionales del Pirineo. Para mi es una cima que me trae muy buenos recuerdos, fue mi primer 3.000. De eso hace ya más de cuarenta años, subimos desde Góriz por la ruta normal con mi padre, mi hermano Enrique y mi primo Abel. Luego la he vuelto a subir por la clásica de la cara norte con mi hermano Carlos, y otra vez por la normal con mi hijo Francisco.
Esta vez vamos a subir por la ruta de Las Escaleras, la ruta que el año 1802 utilizaron para descender los primeros ascensionistas, Laurent y Rando, guías de Ramond de Carbonnières que lo hizo cuatro días después. El autobús que sale desde el pueblo de Nerín nos deja en lo alto de la Sierra de Las Cutas, a 2.100 metros de altura, a las ocho de la mañana.
Desde el principio el paisaje es hipnotizante. El valle de Ordesa aún está en la sombra casi 500 metros debajo nuestro. Delante nuestro, las cimas del Cilindro, Monte Perdido, Soum de Ramond y la Punta de las Olas, forman un telón de fondo magnífico mientras recorremos los seis primeros kilómetros, sin ganar nada de altura, hasta llegar justo debajo del Collado de Góriz o de Arrablo.
Cilindro, Monte Perdido, Soum de Ramond y Punta de las Olas.
El valle de Ordesa aún en la sombra.
En Cuello Gordo.
Abajo aparece la cascada de la Cola de Caballo.
Rodeando Punta Custodia. 
Bajo el Collado de Góriz o de Arrablo.
Aquí optamos por ir flanqueando un poco campo a través para evitar la bajada al refugio de Góriz. Enlazamos con la ruta normal pocos metros antes del inicio de la canal que lleva al lomo que baja de la Punta de Las Escaleras. En la salida de la canal encontramos el primero de los cinco resaltes rocosos que dan nombre a la ruta.
Entre resalte y resalte se extienden pendientes de piedras sueltas con un aspecto casi lunar, un sendero apenas marcado permite acceder a cada uno de los resaltes por su punto más débil. El tercer resalte nos deja en la pequeña cresta de la Punta de Las Escaleras (3.021 msnm). La vista sobre el tramo final es sencillamente espectacular y la cámara de fotos saca humo. Foto de cima imprescindible y continuamos la ascensión.
El Cilindro domina el enlace con la ruta normal.
Canal de inicio de la ruta de Las Escaleras.
No se hace muy larga.
Primer resalte a la salida de la canal.
Superando el segundo resalte.
Hacia el resalte de la Punta de las Escaleras.
La corta cresta de la Punta de las Escaleras.
Punta de Las Escaleras (3.021 msnm).
Vista desde la Punta de Las Escaleras, Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond o Pico de Añisclo.
Descendemos hasta el pequeño collado de la Punta de Las Escaleras y atacamos el tramo final de la ascensión. El cuarto y quinto resaltes son los más difíciles de superar, aunque no pasan de ser trepadas bastante asequibles. El último resalte es el más difícil, está marcado como de III grado, y suele haber una cuerda para ayudar a los menos avezados, pero mejor no fiarse mucho de su integridad.
El Soum de Ramond o Pico de Añisclo.
La Torre de Góriz y el espectacular tajo del Cañón de Añisclo.
En el cuarto resalte.
Todo está helado aun en pleno mes de Julio.
De camino al quinto y último resalte.
Superando el último resalte.
Por delante solo nos queda la última rampa pedregosa para llegar a la cima. Estos últimos 150 metros de desnivel se nos hacen un poco largos, pero la recompensa está ahí mismo. Cuando llegamos a la cima nos encontramos con toda la gente que ha subido por la ruta normal... ¡menuda romería!. Son algo más de la una de la tarde... ¡y estamos a 4ºC!, toda una delícia.
Monte Perdido (3.348 msnm) y a 4ºC en el mes de Julio.
Cilindro y al fondo el Vignemale.
Soum de Ramond o Pico de Añisclo.
El Vignemale tirando de zoom.
Ibón de Marboré y Brecha de Tucarroya.
Las piedras aún están cubiertas de hielo.
Empezamos el descenso por la "escupidera" y Francisco y Dani ponen la directa. Yo me lo tomo con más calma, las fotos son la excusa perfecta para dar un descanso a mis rodillas. También me voy dosificando en previsión de la larga bajada que tenemos por delante.
Enfilando hacia la "escupidera".
La "escupidera" con el Cilindro de Marboré y el Ibón Helado.
Ibón Helado, Cilindro y Cuello del Cilindro... un lugar mágico. 
La Punta de las Escaleras desde la ruta normal.
Nuestra primera intención era bajar hasta el refugio de Góriz para hacer un buen descanso tomando un cerveza bien fría. Pero finalmente decidimos bajar directamente, a ver si llegamos a tiempo para coger el autobús de las seis en vez del de las ocho. Nos ponemos a caminar en modo autómata, una breve parada debajo del Cuello de Góriz y seguimos sin parar. Tan solo paro para hacer fotos, muchas fotos, ya que el paisaje es de los que quitan el hipo.
Punta Custodia.
Ordesa en todo su esplendor.
Una vista realmente espectacular. Tobacor, Taillón, Casco y Torre de Marboré, Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond.
El paisaje no da un respiro a la cámara de fotos.
Una vista icónica sobre la cabecera del Arazas.
Llegando al punto de partida, ya totalmente relajados.
Foto de despedida desde Llano Tripal.
Finalmente llegamos con media hora de tiempo al punto de partida, muy cansados, pero también muy satisfechos. Un día magnífico, con una visibilidad perfecta, y una ruta poco frecuentada a una de las cimas más emblemáticas del Pirineo, con un punto de dificultad que la hace muy interesante.
Distancia: 20,3 Km.
Desnivel acum.: +1.505 mts. -1.505 mts.

domingo, 21 de julio de 2019

Les Coves del Salnitre

Como todos los macizos calcáreos, Montserrat tiene multitud de cuevas, más de un centenar. La única de todas que está acondicionada para visitas turísticas es la Cova de Collbató, más conocida como Les Coves del Salnitre. El acceso desde el aparcamiento es un camino con 244 escalones, en un día de plena canícula como hoy, hay que tomarlos con calma ya que la entrada de la cueva está en la base del Serrat de les Garriguoses, totalmente orientada al sur. El contraste entre el calor del exterior y los agradables 14ºC del interior es notable y, para los más frioleros, una chaqueta nunca está de más. Las visita son siempre guiadas y los horarios de las visitas y tarifas se pueden consultar en su página web. Conviene reservar con antelación ya que el número de personas por visita es bastante reducido. 
El Serrat de les Garrigoses.
Vistas sobre Collbató
La entrada a la cueva.
Explicaciones en la Sala de la Catedral.
La visita comienza con la proyección en las paredes de la cueva (videomapping le llaman ahora) de un vídeo explicando la formación y los usos de la cueva, desde la prehistoria hasta la actualidad. Está muy bien logrado ya que solo son imágenes, sonidos y música - sin narración alguna - pero logra su propósito a la perfección. Una breve explicación del guía complementa el audiovisual.
Una vez finalizado el vídeo empieza el recorrido por la cueva. La primera sala recibe el nombre de Sala de la Catedral y es la más grande de todas, 60 metros de largo y hasta 35 metros de altura. A continuación se baja al nivel inferior a través del Pou del Diable de 16 metros de profundidad, antiguamente se tenía que bajar con escaleras de cuerda, pero ahora se baja por unas escaleras bastante cómodas aunque muy empinadas. El recorrido por toda la cueva es de unos 550 metros, entre las salas superiores y las galerías inferiores.
La Sala de la Catedral.
Formaciones calcáreas en la Sala de la Catedral..
El Pou del Diable.
Galería en el piso inferior.
Muchas de las formaciones que vamos pasando tienen nombre propio, algunas son producto de la tradición y otras por asociación con alguna imagen, aunque a veces cuesta encontrar la relación. Así por ejemplo el Targeter debe el nombre a que, antiguamente la gente dejaba papeles con sus deseos en las "ranuras" de la formación. Una formación que nos llama la atención es el "Huevo frito", el nombre resulta evidente pero lo más interesante es que se trata de la regeneración de una estalagmita rota, lo que evidencia que la cueva está geológicamente viva. Otra formación destacable de tipo bandera es "Les Ales del Diable", según la leyenda el diablo - espantado - intentó salir volando de la cueva por un grieta, dejándose las alas enganchadas en ella.
El Targeter.
El Huevo frito.
Les Ales del Diable.
Estalagmitas.
Cuando pasas a la Sala de Les Columnes resulta evidente el nombre de la misma. Según se cuenta cuando Gaudí visitó esta cueva, las formas de estas columnas le sirvieron de inspiración para el diseño de la Basílica de la Sagrada Familia... como se suele decir: se non è vero, è ben trovato. Al final del recorrido se llega a una formación de color oscuro llamada La Moreneta, el color y la forma recuerdan vagamente a la imagen de la Virgen de Montserrat.
En la Sala de les Columnes.
Inspiración de Gaudí para la Sagrada Família.
La Moreneta.
El Bosc Encantat.
La visita está bien organizada y es muy recomendable, salvo por hecho de que - una vez pasada la Sala de la Catedral - ya no permiten hacer fotografías con flash, por lo que la calidad de las fotos es algo mediocre. La verdad es que no acabo de entender el porqué de esa limitación, solamente con las obras de adecuación del recorrido, la iluminación del mismo y el tránsito de personas, ya está totalmente ahuyentada cualquier fauna troglodita que pudiera haber.