miércoles, 27 de marzo de 2024

Villa romana La Olmeda

La Villa Romana La Olmeda está a poco más de 20 kilómetros de Carrión de los Condes, por lo que decidimos hacer un impasse en nuestro recorrido por el románico palentino y acercarnos a visitarla. Por el camino el tiempo va empeorando cada vez más, hasta que al llegar al aparcamiento se pone a llover, con viento y bastante frío... ¡por suerte el yacimiento está todo cubierto!
El yacimiento de la Villa Romana La Olmeda fue descubierto el 1968 por Javier Cortes al efectuar unos trabajos de nivelación en sus terrenos, afortunadamente este terrateniente se dió cuenta de la importancia del hallazgo y comenzó los trabajos de excavación pagándolos de su propio bolsillo. En 1980 lo donó a la Diputación de Palencia, que continuó con los trabajos de excavación y posteriormente la construcción del actual edificio (2009) para proteger el yacimiento. Aunque se puede visitar "por libre", nosotros optamos por la visita guiada en la que explican muchos detalles de la villa, los mosaicos y la utilidad de cada una de las salas.
Se trata de una villa rural datada del S.IV con una extensión superior a los 4.400 metros cuadrados edificados y en la que se han conservado más de 1.400 metros cuadrados de mosaicos. La villa está estructurada alrededor de un jardín central rodeado por un peristilo al que se abren todas las habitaciones y salas. En las salas para uso de los propietarios los suelos están cubiertos con mosaico, mientras que las destinadas a los servicios (almacenes, cocinas...) están cubiertos con opus signinum (restos de cerámica, como ladrillos o tejas, mezclados con cal y apisonados), además las alas norte y sur habrían tenido un segundo piso con habitaciones también decoradas con mosaicos. El tamaño y la riqueza de que exhiben los mosaicos, indican que los propietarios eran una familia poderosa y acaudalada que, por la inseguridad que reinaba en el bajo imperio, se trasladó a vivir al campo, en el que sus extensas posesiones les aseguraba una vida autosuficiente. En el S.VI fue abandonada y usada como edificio agrícola hasta que un incendio provocó el hundimiento del segundo piso y toda la techumbre, paradójicamente esto permitió que los mosaicos de la planta baja se conservaran casi totalmente.
Vista exterior del edificio que protege el yacimiento.
Vista general del lado sur del yacimiento.
Plano del yacimiento (foto VRO).
Reconstrucción de la villa (foto VRO).
Mosaico de la entrada principal de la villa (V-03).
Restos del mosaico del peristilo sur (V-04).
Peristilo este (V-10).
Peristilo norte (V-15).
Detalle del motivo geométrico de los peristilos este y oeste.
Detalle de los motivos geométricos del peristilo norte.
Jardín del peristilo (V-41).
Cocina y restos de las escaleras a la planta alta (V-06).
Habitación destinada a almacén (V-05).
Restos de pintura mural del peristilo sur (V-06).
Sala del peristilo oeste (V-25).
Habitación anexa a la sala del peristilo oeste (V-27).
Habitación del peristilo este (V-17).
Otra habitación del peristilo sur (V-09).
Comedor, triclinium, del peristilo este (V-13).
Restos recuperados de mosaico del piso superior.
Sala con calefacción en el suelo (V-16).
Otro de los mosaicos del peristilo este (V-18).
El mosaico más grande, importante y que más llama la atención es el del oecus, la gran sala en la que el dueño de la casa recibía a los visitantes y los hombres de negocios. Es una lástima que no haya una pasarela elevada sobre este mosaico, con lo que no se llegan a apreciar todos los detalles del mismo, sería la única pega que le pondría a las instalaciones del yacimiento.
En la parte central aparece la escena en que Ulises llega al palacio de rey Licomedes en la isla de Skylos, en el cual se encuentra Aquiles disfrazado de mujer. Se puede ver a Ulises señalando a Aquiles, que está rodeado de la reina y las princesas, la dirección de Troya. Completan este paño la representación de las cuatro estaciones así como dos medallones, que se supone que son los retratos de los dueños.
En la parte del mosaico más cercana a la entrada desde el peristilo se representan diferentes escenas de caza. La de un jabalí luchando contra unos perros y la de un león atacando una gacela son particularmente fascinantes, por la sensación de volumen de las figuras así como el movimiento. La inclusión de animales africanos, incluido un león del Atlas hoy extinto, indicaría que los artesanos que realizaron estos mosaicos provendrían de las provincias del norte de África.
El gran mosaico del Oecus (V-14).
Escena de caza con un guepardo.
Caza del jabalí con perros.
León cazando una gacela.
Un león del Atlas, hoy extinto.
Otra escena de caza a caballo.
Ulises señalando Troya a Aquiles.
Retrato del propietario (?).
Retrato de la mujer del propietario (?).
Representación del invierno.
En el ala oeste del peristilo un corredor comunica con la zona de baños de la villa. Son unos baños de un tamaño considerable y se nota que sufrieron bastantes modificaciones y ampliaciones, ya que en algunas de las salas hay capas de mosaico superpuestas sobre otras capas de opus signinum o de otras capas de mosaico.
Materiales de construcción en el corredor de los baños (V-29).
Pebetero de mármol de Carrrara. 
Reconstrucción de las letrinas (B-05).
Sala templada, el tepidarium (B-07).
Vestuarios (apodyterium) y sala fría (frigidarium) al fondo (B-02).
Sala caliente, caldarium, y el horno, propnigeum, al fondo (B-10).
Gran sala redonda, posiblemente el gimnasio (B-12).
Pequeñas habitaciones contiguas al gimnasio (B-13 y B-14).

martes, 26 de marzo de 2024

Románico Palentino (III) El Camino de Santiago

El Camino de Santiago ha sido una verdadera “autovía del conocimiento”, un punto de entrada y difusón de los grandes movimientos culturales y artísticos que iban surgiendo por Europa, en particular el románico y posteriormente el gótico. En el tramo palentino del Camino hay tras puntos particularmente importantes: Frómista, Villalcazar de Sirga y Carrión de los Condes.

San Martín de Tours (S.XI) Frómista

La iglesia de San Martín de Tours en Frómista, fue construida en la segunda mitad del siglo XI por orden de doña Mayor de Castilla -la viuda de Sancho III de Navarra- como parte de un monasterio benedictino, hoy desaparecido. Tras la desaparición del monasterio pasó a ser iglesia parroquial y se fue deteriorando hasta que a finales del S.XIX es declarado inadecuado para el culto, tras el cierre sufrió el hundimiento de parte de la bóveda. Fue declarado Monumento Nacional en 1894 y comenzaron los trabajos de restauración que finalizaron en 1904.
Esta iglesia está considerada como un arquetipo del románico del Camino de Santiago. Exteriormente destaca su triple ábside con ventanas de medio punto con una arquivolta y capiteles bellamente decorados, el cimborrio octogonal también con ventanas de medio punto y los casi trescientos canecillos de los aleros. Todo el edificio tiene dos impostas de ajedrezado jaqués que recorre las fachadas, excepto la fachada oeste, y también en los ábsides. Tiene tres entradas principales exentas, una en cada una de las fachadas, y dos secundarias más pequeñas, una a cada lado del transepto, la correspondiente al transepto norte actualmente está tapiada y -según parece- la puerta de los pies no sería original correspondiendo a un "invento" de la restauración efectuada. Lástima que el día es frío, gris y lluvioso por lo que no podemos dedicar el tiempo que se merece a admirar todos los canecillos.
El interior de la iglesia de San Martín es de planta basilical, formada por tres naves de cinco tramos, separadas por pilares compuestos y columnas adosadas rematadas por capiteles labrados con una riqueza de detalles fascinante. La nave central es más ancha y alta que las dos laterales, y las tres terminan en ábsides semicirculares. El tramo del transepto es algo más ancho que los otros cuatro y de la misma altura que la nave central, con el cimborrio octogonal situado sobre el crucero, en las trompas que lo sustentan está representado el tetramorfos. Los tres ábside arrancan directamente del tramo del transepto, sin presbiterio en la nave central.
Vista general de San Martín de Frómista.
Vista del conjunto de los tres ábsides y el cimborrio.
La portada sur.
Detalle de dos canecillos del alero de la portada.
Portada de la fachada oeste con las dos torrecillas.
El ábside norte.
El ábside central.
Escena de amor en un capitel del ábside.
Personajes montando un caballo y un león.
Mujer con niño en uno de los canecillos.
La nave central.
La nave del lado del Evangelio.
Cimborrio octogonal con el tetramorfos en las trompas.
Cristo crucificado (S.XIII).
Son los cincuenta capiteles de las columnas adosadas lo que más nos fascina del interior de esta iglesia, evidentemente no logro fotografiarlos todos, tan solo los que me parecen más interesantes y que están mejor iluminados. No todos los capiteles son los originales, los que están marcados con un R en la parte superior del mismo son los que han sido restaurados o son copias de los originales:
  • Capitel 47. Escena de la Orestíada de Esquilo (original en el MAN, Madrid).
  • Capitel 36. El Pecado Original (restaurado).
  • Capitel 38. Expulsión de Adán y Eva del Paraíso (restaurado).
  • Capitel 18. La Adoración de los Reyes Magos.
  • Capitel 41. Pelícanos (símbolo de la Eucaristía), lechuzas, palomas y águilas.
  • Capitel 6. Animales, posiblemente lobos.
  • Capitel 17. La fábula de la zorra y el cuervo.
  • Capitel 12. Obreros de construcción.
  • Capitel 2. Hojas de palma y piñas (simbolizan la unidad de la iglesia).
  • Capitel 19. Escena de una batalla (restaurado).
  • Capitel 31. Escena de matrimonio (según el plafón)
El capitel 31 nos resulta particularmente interesante, aunque en el plafón se le identifica como una escena de matrimonio, la persona encargada no explica otra interpretación del mismo, que nos parece más ajustada a lo que realmente se ve. Según nos explica, correspondería a la representación de una escena del Concilio de Burgos, donde se logró pacificar el convulso reino de Castilla y León, gobernado en aquel entonces por Doña Urraca:
En enero de 1117 dio comienzo el Concilio de Burgos, que tuvo como objetivo lograr la pacificación del reino de Castilla y León. Para ello se convocó en la ciudad castellana a los burgueses más beligerantes, los de Sahagún, excomulgados por el arzobispo de Toledo algunos años antes. El medio elegido para la reconciliación fue un acto penitencial que tuvo lugar en la desaparecida catedral románica de Burgos. Una crónica de la época escrita hacia 1118-20 (Primera Crónica de Sahagún) nos relata en detalle esa ceremonia. Ante la imposibilidad de que las naves de la catedral pudieran acoger al conjunto de burgueses, se procedió a escoger al tenente (gobernador) aragonés de Carrión, Beltrán de Risnel, para que representara a los sediciosos. Así, desnudo, asemejándose a Adán tras el pecado original, se le hizo caminar hasta el altar principal y una vez allí se selló la paz con la jerarquía eclesiástica levantándose la excomunión al colectivo rebelde que simbolizaba.
Capitel 47
Capitel 36
Capitel 38
Capitel 18
Capitel 41
Capitel 6
Capitel 17
Capitel 12
Capitel 2
Capitel 19
Capitel 31
Capitel 31
No podemos abandonar Frómista sin hacerle a Ana una foto en el monumento a Pablo Payo (Mesonero Mayor del Camino), la misma que me tomé cuando hice el Camino de Santiago en 2016, tampoco sin pasar a ver las cuatro esclusas ovaladas del canal de Castilla en las afueras del pueblo.
Ana con Pablo Payo, Mesonero Mayor del Camino.
Esclusas 17 a 20 del Canal de Castilla.
Vista desde arriba de las cuatro esclusas ovaladas.
El Canal de Castilla aguas arriba de las esclusas.

Santa María la Blanca (S.XII-XIII) Villalcázar de Sirga

A pocos kilómetros de Frómista se encuentra la iglesia de Santa María la Blanca en Villalcazar de Sirga. A primera vista resulta muy llamativo el gran pórtico que alberga la doble portada, así como la cabecera de la Capilla de Santiago con su gran rosetón. Esta doble portada corresponde a la entrada a la nave principal y la de la Capilla de Santiago, algo más pequeña que la otra. La fachada de la portada principal se completa con un doble friso, en el registro superior un Pantocrator rodeado por el tetramorfos y flanqueado por los Apóstoles en la Jerusalén Celeste, aunque faltan dos del lateral derecho, que desaparecerían al construirse la Capilla de Santiago adosada al transepto del Evangelio en el siglo XIV. En el registro inferior se representa una Epifanía, con la Virgen Blanca en el centro pisando un dragón como Trono de Cristo acompañada por San José, y una Anunciación
La fachada este es totalmente plana con las ventanas del triple ábside y unos potentes contrafuertes. La fachada oeste, a los pies de la iglesia, destaca por ser totalmente ciega, sin decoración alguna y con los arcos de las naves al descubierto. Esto es así ya que en 1755, por el Terremoto de Lisboa, se derrumbó una sección de siete metros y se optó por cerrarla con el muro desnudo que se ve actualmente. La torre-campanario tiene un aspecto claramente defensivo y parte de la misma también se derrumbó.
Fachada sur de Santa María la Blanca.
La doble portada.
Doble friso sobre el pórtico principal.
Representación de la Jerusalén Celeste.
Cabecera con las ventanas de los ábsides cuadrados.
Los pies de la iglesia.
El interior tiene forma de T conformado por tres naves con un crucero doble, las naves están rematadas por sendos ábsides, rectangulares los del centro y poligonales más pequeños a los lados. Las bóvedas de las naves son de crucería -de cuatro nervios las laterales y seis la central- soportadas por pilares cruciformes con columnas adosadas y capiteles con decoración vegetal. En los pilares del crucero Se encuentran cuatro grandes esculturas representando a San Pedro, San Pablo y la Anunciación con un Ángel y la Virgen María.
La Capilla de Santiago es un añadido del S.XIV, iluminada por un gran rosetón y cubierta por una bóveda de crucería y nervios combados. Está cerrada con una reja y alberga tres sepulcros, el del fondo y más sencillo corresponde a Juan de Pereira caballero de la orden de Santiago y fechado en el segundo cuarto del S.XIV. Los otros dos son los sepulcros del infante Felipe de Castilla de Suabia y el de su segunda esposa Inés de Guevara, fueron trasladados aquí en 1936 desde su ubicación original en la nave central. Ambos son de finales del S.XIII y constituyen dos extraordinarios ejemplos de arquitectura gótica, incluso mantiene parte de la policromía original.
Nave central de claro estilo cisterciense.
Retablo con la Virgen de Villasirga (S.XIII) en el altar mayor.
Capilla de Santiago.
Bóvedas de nervaduras de la capilla.
Sepulcros de la Capilla de Santiago.
Sepulcro del infante Felipe de Castilla de Suabia.
Sepulcro de Inés de Guevara, segunda esposa del infante.
Curiosa lápida en una pared con restos de policromía.
San Pablo.
San Pedro.
Angel de la Anunciación.
La Virgen María.

Carrión de los Condes

Pasamos la noche en el área de autocaravanas de Carrión de los Condes y continuamos nuestro periplo por el románico palentino. Tras toda la noche lloviendo a mares, el río Carrión se ha salido de madre inundando el Parque El Plantío, lo que suele ser bastante normal. La primera visita es a la iglesia de Santiago, al lado de la Plaza Mayor... pero es muy temprano y aún está cerrada. En cualquier caso lo más interesante es la fachada ya que el edificio resultó destruido por un incendio el 1811 durante la Guerra del Francés, afortunadamente se salvó la espectacular fachada oeste, actualmente alberga el Museo de Arte Sacro.
Esta fachada está considerada como una de las más bellas del románico y ejemplo de la transición del románico al gótico. El friso de la parte superior es la representación del Apocalipsis, con el Dios sedente (Maiestas Domini) con el Libro de la Vida, rodeado por el Tetramorfos y los doce apóstoles custodiando las doce puertas de la Jerusalén Celeste. Las dovelas de la arquivolta tienen representaciones de diferentes oficios de la época, mientras los capiteles de las columnas, también ricamente decoradas, representan la lucha del bien contra el mal.
El Puente Mayor (S.XVI) sobre el Carrión.
Parque El Plantío, inundado por el río Carrión.
La Plaza Mayor.
Iglesia de Santiago (S.XII).
El Maiestas Domini del friso superior.
Detalle de la decoración de la arquivolta del pórtico.
Pórtico Sur con una sola arquivolta.
Detalle de la decoración del fuste, capitel y la imposta.
La otra iglesia que queríamos visitar es la de Santa María del Camino (S.XII) la más antigua de Carrión de los Condes y afortunadamente la encontramos abierta. La fachada oeste tiene un portal muy sencillo, con una sola arquivolta con ajedrezado jaqués por toda decoración, los capiteles están muy erosionados para poder identificar alguna cosa, quizás unos leones en el de la izquierda. La fachada sur resulta mucho más interesante ya que tiene una galería porticada que ha protegido un poco el pórtico original. En la parte superior del pórtico se puede ver un friso con los temas de la Epifanía, la Adoración de los Reyes Magos está situada en el lado izquierdo ya que se recolocó cuando se hizo la galería en el S.XVII. En las dovelas exteriores del arco aparecen diversos personajes rodeando una figura central en actitud de bendición.
Las mochetas del arco central representan a cuatro toros que hacen referencia al Milagro de las Cien Doncellas, tributo que los cristianos debían de entregar a los musulmanes. De ellas, cuatro correspondían a Carrión y cuando llegaron a prenderlas, estas se encomendaron a la Virgen para que las librara del cautiverio, entonces aparecieron cuatro toros que atacaron a los musulmanes y así evitaron que fueran entregadas como esclavas.
Camino de Santiago.
Santa María del Camino (S.XII).
Portal de la fachada oeste.
Tan solo sobrevive uno de los ábsides originales.
Restos de la muralla medieval (S.XII).
Galería porticada de la fachada sur.
Pórtico sur.
Detalle de los toros de las mochetas.
Caballero ¿Carlomagno? a la derecha del pórtico.
Adoración de los Reyes Magos en el lateral del friso superior.
El interior es de planta basilical con tres naves con arcos de medio punto ligeramente apuntados, los pilares son cruciformes sin ninguna decoración al igual que toda la iglesia, tan solo una imposta de ajedrezado jaqués a la altura del arranque de los arcos, otra al nivel de las ventanas de la nave central y también en las naves laterales en el arranque de las bóvedas. La bóveda de la nave central se derrumbó en el S.XVI por la deformación bien visible del muro sur, también es evidente en los arcos de la nave sur que están deformados y uno de ellos reforzado por un arco interior.
La nave central.
Retablo barroco (Santiago Carnicero 1684).
Pilares macizos de la nave central
Nave sur con el arco reforzado y la pared inclinada.
Sepulcro de Juan de Pax (S.XVI).
Sepulcro del obispo Molino Navarrete y sus padres (S.XVII).