El uso de anglicismos llega a extremos realmente ridículos cuando hablo con gente de los departamentos de administración, finanzas, informática o de marketing. En particular este último ya roza el absurdo por su mismo nombre ¿que tendrá de malo el término mercadotecnia?. Hablar con cualquiera de ellos puede resultar una experiencia casi mística... "se ha de hacer un restyling del packaging para adecuarlo al target, y lograr un upgrade del producto sin introducir un shift en el timming que incumpla el deadline". Se ha de reconocer que desde luego queda mucho más chulo que decir "hay que cambiar la presentación de acuerdo al cliente destino, para lograr una mejora del producto sin introducir retrasos que nos lleven a incumplir la fecha límite". Siempre me queda la impresión de que lo hacen para dar mas empaque a su trabajo, tan aburrido y monótono como cualquier otro.
El idioma actual en las empresas empieza a parecer una carrera de obstáculos para un lingüista. Ahora las empresas de nueva creación se llaman startups, los autónomos freelance, la externalización outsourcing, y el director ejecutivo de una empresa es el CEO (Chief Executive Officer). Me pueden encargar un planning (planificación) de las tareas pendientes ASAP (As Soon As Possible), lo que significará que tengo un deadline (fecha límite) para la faena. Mi jefe también podría ser el CMO (Chief Marketing Officer: director de marketing), el CTO (Chief Technology Officer: director de tecnología) o el CFO (Chief Financial Officer: director financiero). Y si mi Manager (supervisor) me hace un Forward (reenvío) de un email (correo) donde aparece el acrónimo FYI (For Your Information), tendré que estar atento para no catalogarlo como Spam (correo basura) dentro de los muchos emails (correos) que recibo cada día.
Al final ya no sé si soy hipster o simplemente me estoy haciendo viejo y soy vintage. Lo que es seguro es que no soy nada cool, no sigo a los influencers que marcan lo que es trendy y mi look no es nada fashion. Las magdalenas ahora resulta que son muffins o cupcakes, y a lo mejor un día de estos si pido un cortado en un bar me dirán que solo sirven macchiatos.
Pero como se suele decir: "no hay que ser más papista que el Papa". A fin de cuentas soy un blogger que escribe sobre sus experiencias outdoor, como trekking, mountainbike o skimo. Solo me queda el consuelo de saber que también el inglés tiene su cuota de contaminación, con términos adoptados del castellano como siesta, macho, olé, paella, tortilla... ¡Ahí es nada!.