sábado, 29 de junio de 2019

Besiberri Sur (3.023 msnm) por el Estany de Besiberri

Quedamos Francisco y yo con Josep en la Pandella para ir a subir al Besiberri Sur, haciendo noche en el refugio libre de Besiberri. Tras un interminable viaje cruzando la Plana d'Urgell, con una temperatura superior a 40ºC, llegamos al aparcamiento del Refugio de Conangles.
Continúa haciendo mucho calor pero no es tan asfixiante como por la zona de Lleida. Preparamos las mochilas y a las seis y media de la tarde empezamos a subir hacia el refugio libre de Besiberri. Por suerte la mayor parte de la subida hasta el Estany de Besiberri es a través de un frondoso bosque de hayas y pino negro, con lo que el calor se mitiga ligeramente.
Preparando mochilas para empezar a subir.
El frondoso hayedo de Conangles.
Mucho calor a pesar de la sombra.
La primera cascada de Besiberri.
Puente en la segunda cascada.
El Estany de Besiberri con el Besiberri Norte al fondo.
Tras unas dos horas de subida y un par de litros de sudor, llegamos al Estany de Besiberri. Desde aquí ya se ve el refugio al fondo del valle, parece que está cerca pero... aún queda casi otra hora más. Justo debajo del refugio toca cruzar el torrente que desagua el Estanyet de Besiberri. Francisco lo cruza de un salto entre dos piedras pero yo no lo veo claro. Decido seguir remontando el torrente buscando un paso más fácil. Buscando, buscando... llego hasta el Estanyet, donde finalmente cruzo a la otra orilla. Tiro hacia arriba, a lo salvaje entre rododendros y pinos, y enseguida llego al refugio.
Atardecer en el Estany de Besiberri.
Cena de refugio.
Cuando llegamos quedan tres literas libres, las otras seis ya están ocupadas por lo que seremos nueve personas en el refugio. Como en realidad cada litera es para dos personas estaremos bastante anchos esta noche. Otro grupo de cuatro personas que llega después nuestro, decide hacer vivac al lado del refugio. Tomamos posesión de nuestras literas, cenamos, y a dormir.
Nos despertamos a las siete de la mañana, poco después de que otro grupo halla salido con el mismo destino que nosotros. Desayunamos, preparamos mochilas, y nos ponemos en marcha a las siete y media. El sol empieza a tocar en el macizo del Aneto, justo delante nuestro, dándole una tonalidad rosada espectacular.
Amanecer sobre el Aneto.
El sol empieza a tocar el Pic d'Abellers.
Listos para salir.
El Pic d'Abellers camino al Coll d'Abellers.
El sendero va bordeando la cuenca del Estanyet, ganando altura, para encarar el valle que llega hasta el Coll d'Abellers. No es un camino muy marcado y todo el rato hay que ir buscando las fitas que nos confirman que vamos por buen camino. El valle de Besiberri es un valle que, por suerte, no está masificado y permite disfrutar de la esencia del pirineismo más clásico.
A unos 2.600 metros, justo antes de encarar la parte superior del valle que lleva al Coll d'Abellers, ya empieza la nieve de forma casi continua. Nos ponemos los grampones y... ¡Oh sorpresa!, Josep se los ha dejado, no sabe si en el refugio o en el coche. Aunque la nieve no está muy dura decide, por precaución, volverse al refugio donde nos esperará.
Francisco y yo continuamos en dirección al collado, aunque no nos lo parezca estamos progresando sobre uno de los últimos glaciares rocosos que subsisten en el Pirineo. Conforme vamos subiendo veo que la canal que sube por la derecha tiene muy buena pinta -¿Y si subimos por ahí?- le propongo a Francisco -Pues vale- me contesta -Yo también me la estaba mirando- Una vez dentro de la canal nos encontramos con que ya hay huella marcada y que la nieve no está muy dura... ¡Perfecto!. Son apenas un centenar de metros con una pendiente máxima de 45º, pero disfrutamos un montón con esta tirada que le da un poco de emoción a la subida.
Besiberri Sur y el Coll d'Abellers.
Entrada de la tentadora canal hacia el collado.
Francisco llegando al estrechamiento.
En el punto de mayor pendiente.
En el Coll d'Abellers nos cruzamos con las dos personas que esta mañana han salido del refugio, media hora antes que nosotros, y que ya están de vuelta. Dejamos los grampones y el piolet en el Coll d'Abellers y encaramos la subida final al Besiberri Sur. No tiene ninguna complicación, solo hay que ir siguiendo la traza intermitente de sendero hasta la cima. Siempre para arriba hasta que ya no quede nada que subir.
El Besiberri Central desde el Coll d'Abellers.
La subida hacia la cima.
El Pic d'Abellers (2.983 msnm).
Francisco llegando a la cima.
En la cima del Besiberri Sur (3.023 msnm).
¡Y hace 19 años!
Toda la cresta hasta el Besiberri Norte (3.008 msnm). 
Comaloforno (3.029 msnm) y Punta Passet (2.998 msnm).
Punta Alta de Comalesbienes (3.014 msnm).
Inconfundibles... Aneto, Maladeta Oriental y  Mulleres.
Los Estanys Gémena.
El Estany Gelat de Comaloforno.
Tras las clásicas fotos de cima y del paisaje, un buen descanso y empezamos a bajar. Recogemos el material en el Coll d'Abellers y empezamos la bajada por la pala del centro. Es una bajada que está totalmente podrida y en la que hay que ir con mucho cuidado con las piedras sueltas. El resto de la bajada hasta el refugio no tiene más ciencia que ir siguiendo el mismo recorrido que a la subida.
La pala de bajada totalmente descompuesta.
El glaciar rocoso noroccidental de Besiberri.
Buscando el sendero entre rocas y rododendros.
El Estanyol de Besiberri.
De vuelta al refugio nos volvemos a juntar con Josep, recogemos los sacos y todo el material, y continuamos la bajada. Cruzamos el torrente por donde Francisco lo había cruzado ayer, y la verdad es que era más fácil de lo que parecía. El resto de la bajada hasta el aparcamiento se me hace muy larga. El calor y el cansancio me pasan factura y tengo que echarle paciencia... mucha paciencia.
Primer tramo de bajada hasta el puente sobre el torrente.
Las cascadas de Besiberri.
El puente sobre el torrente de Besiberri.
Último tramo de bajada por el hayedo de Conangles.
Cuando llegamos al aparcamiento ponemos los pies en remojo en el Noguera Ribagorçana, y nos refrescamos con unas cervezas que Francisco tenía preparadas en la nevera de la furgoneta... Un buen final para una salida marcada por el intenso calor que estamos soportando estos días.
Distancia: 15,2 Km.
Desnivel acum.: +1.562 mts. -1.562 mts.

sábado, 22 de junio de 2019

Bufadors de Beví

Primer día de verano y nos juntamos con Isabel en Vic, para visitar los Bufadors de Beví. Pasamos Santa María de Besora y aparcamos justo en el Coll de Beví. Aquí empezamos a caminar de bajada, por la misma pista que hemos venido en coche, hasta un desvío indicado a la derecha. Este camino va flanqueando la Serra de Bufadors por su ladera sur, siempre en ligera bajada, hasta llegar a la Collada del Beví Xic donde un indicador nos muestra el camino a seguir.
Empezamos a caminar de bajada.
El Pla del Roure Gros.
La Serra de Bufadors.
Collada del Beví Xic.
El camino continúa en ligera bajada, pero ahora en dirección norte. Al cabo de poco rato llegamos a otro desvío señalizado donde dejamos el camino y tomamos un sendero que empieza a subir hacia la derecha (Este), internándonos en el hayedo de la umbría de la Serra de Bufadors. Aquí hay el único punto del recorrido en que hay que estar un poco "al loro", hay que abandonar el sendero en un punto donde la única señalización que vemos es una fita y una marca roja en un árbol... estamos en la entrada del cañón de los Bufadors de Beví.
Desvío señalizado.
El hayedo es muy frondoso.
El camino resulta muy relajante.
Desvío no señalizado.
A partir de aquí empezamos a vagabundear por el lugar buscando agujeros y cavidades... no hay que buscar mucho ya que los encuentras por todas partes. El GPS aquí no sirve de nada y vale la pena llevar un plano de las cavidades, algunas son pequeñas, otras son más grandes y en las que puedes entrar con un poco de cuidado. No hay que ir con prisas, hay que dejarse cautivar por el encanto de este lugar casi mágico. Se diría que en cualquier punto de este laberinto de roca - detrás de una roca o dentro de un agujero - te puede aparecer un elfo, un duende, un hada o cualquier otra criatura fantástica.
Entrada del cañón de los Bufadors de Beví.
Plano de cavidades.
Uno de los bufadors que encontramos.
La vegetación cubre todas las piedras.
Paso estrecho para subir.
En mitad del laberinto.
El lugar es casi mágico.
A duras penas entra el sol.
En una especie de plaza donde se juntan dos ramales del laberinto, se encuentra la Cova del Baró en la que entramos. Tiene dos entradas que dan a una única sala de unos 30 metros de largo, el contraste de temperatura entre el interior de la cueva (14ºC) y el exterior es realmente notable. Como todos las cavidades de esta zona es lo que se llama una cavidad gravitacional, formada por el derrumbe de las capas de roca más rígidas al plegarse las capas de roca más flexibles.
Entrando a la Cova del Baró.
Estrechamiento al final de la cueva.
Bloques derrumbados del material más rígido..
Un habitante de la cueva.
Tras un breve descanso en esta "plaza", disfrutando de la tranquilidad del lugar, continuamos recorriendo el cañón que va subiendo en dirección Este paralelo a la cresta. Al final el sendero va ganando pendiente hasta alcanzar la cresta de la Serra de Bufadors. Aquí cambia totalmente la vegetación y el paisaje se abre en todas direcciones. Abajo podemos ver el camino por el que hemos venido, mas allá el Castell de Besora, al otro lado aparece el pueblo de Llaés, detrás la escarpadura que esconde los Bufadors...
Retomamos el camino.
Ya casi estamos fuera del Cañón dels Bufadors.
Vista hacia el camino que hemos recorrido a la ida.
La escarpadura que esconde los Bufadors.
Llaés con su castillo.
El Castell de Besora.
A partir del punto donde alcanzamos la cresta, empieza un sube-baja constante. El sendero no tiene pérdida ya que que la carena es bastante estrecha, si no fuera por la vegetación sería un recorrido muy aéreo.
Camino de subida a la carena
Llegando al Collet de Bufadors.
Foto de grupo en la carena.
Vista hacia atrás de lo que llevamos recorrido.
En algunos puntos se bordea la carena por la umbría y en otros por la solana, siguiendo el sendero se evita la subida al Turó Gran de Bufadors. En algunos puntos hay que ir con cuidado, aunque sin llegar a ser una autentica trepada. El tramo final hasta llegar al Coll de Beví transcurre por la umbría a través de un hayedo muy frondoso, hay momentos en que parece que el sendero vaya a desparecer entre la vegetación. La verdad es que se agradece el frescor de este último tramo ya que a esta hora el calor empieza a apretar.
Bordeando el Turó Gran de Bufadors por la umbría.
Y ahora por la solana.
En algún tramo hay que ir con cuidado.
Hayedo llegando al Coll de Beví.
El camino se cierra sin llegar a desaparecer.
Santa María de Besora.
De vuelta paramos en el único bar que encontramos abierto en Santa María de Besora, para refrescarnos con una cerveza. Luego bajamos hasta Sant Quirze de Besora para comer en Ca la Cándida, un restaurante de cocina catalana muy recomendable.
Distancia: 5,4 Km.
Desnivel acum.: +260 mts. -260 mts.