viernes, 30 de diciembre de 2016

Cap de la Gallina Pelada (2.321 msnm) con raquetas de nieve

Última salida del año. Como hace días que no nieva descartamos los esquís y optamos por ir de "infantería" con raquetas, por si acaso en la mochila llevamos también los grampones.
Mañana fría en La Palomera.
Área de picnic de Font Freda.
Subiendo por el Barranc de Font Freda.
En Les Planelles por fin nos empieza a dar el sol.
Nos ponemos a caminar en La Palomera por la pista asfaltada hasta Font Freda, en este tramo ya vemos la tónica que parece que tendremos toda la excursión... nieve dura y hielo. Enfilamos por el barranco siguiendo la traza, con un poco de cuidado y algunos equilibrios nos ahorramos ponernos los grampones.
El Pedraforca domina el paisaje.
Llegando a las amplias comas superiores.
Panorámica de la coma superior, de la Creu de Ferro al Cap de la Gallina Pelada.
Conforme se va abriendo el bosque vemos que realmente hay mas nieve de la que parece y me calzo las raquetas, ni que sea para no llevarlas a la espalda. Continuamos siguiendo la traza, perfectamente marcada, hasta el refugio Delgado Ubeda donde paramos a comer algo. Sorprendentemente fuera de la traza se mantiene la nieve polvo sobre una base mas que aceptable.
El refugio Delgado Ubeda.
Últimas pendientes del Cap de la Gallina Pelada.
Creu de Ferro y Rasos d'Ensija.
En el Cap de la Gallina Pelada.
Del refugio a la cima del Cap de la Gallina Pelada son apenas unos veinte minutos de subida sin ninguna complicación. Disfrutamos de un buen rato en la cima admirando el paisaje que se abre a nuestro alrededor.
La verdad es que para ser Diciembre hay muy poca nieve en el Pirineo. Port de Comte y Tuixent no tienen mal aspecto, pero de todo lo que se ve alrededor hemos ido a elegir la zona que mejor está.
El Port del Comte, Serra del Cadí y el Pedraforca, en primer plano Roques Blanques.
Mar de nubes hacia el Bages.
En la carena hacia Rasos d'Ensija.
Decidimos volver careneando hacia la cima de Rasos d'Ensija. Esta carena depara un bonito contraste entre la abrupta cara sur, con la Roca Gran de Ferrús dominando el pueblo abandonado de Peguera, y el suave relieve de la cara norte por donde hemos subido.
El tramo de carena que obliga a descalzar raquetas.
La Roca Gran de Ferrús.
Hacia Rasos d'Ensija.
Al fondo la Creu de Ferro.
Careneamos pasando tramos de nieve dura, algunos tramos donde vamos casi sobre hierba, y un pequeño resalte en el que toca descalzarse para pasar. El día se mantiene espléndido, casi sin aire, y las vistas son excepcionales. Hacia el Bages se extiende un mar de nubes y hacia el norte la imponente visión de la cara sur del Pedraforca nos acompaña todo el rato.
La cima de Rasos d'Ensija.
Y más Pedraforca... ¡Precioso!
La coma por la que bajaremos.
En una cima sin nombre, sobre las nubes.
De bajada dejamos de lado la Creu de Ferro y bajamos de la carena por una coma a retomar el itinerario de subida. Esta coma guarda un pequeño tesoro en forma de nieve polvo todo el día.
La coma guarda nieve polvo todo el día.
Enfilando la bajada al Barranc de Font Freda.
¡Todo congelado!
Cap de la Gallina Pelada y Roques Blanques desde Saldes.
Ya de vuelta en Saldes paramos a tomar algo en la panadería, es el único local abierto, y disfrutamos de una bonita vista sobre el Cap de la Gallina Pelada y la cima de Roques Blanques... ¡A ver si nieva algo y la primera salida del 2017 puede ser con esquís!
Distancia: 10,9 Km.
Desnivel acum.: +874 mts. -874 mts.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Cerro Pintor (4.180 msnm)

¡Del Pacífico a Los Andes!... Una de las cosas increíbles de Chile es que en pocos kilómetros puedes pasar de estar en una playa a subir montañas de más de 4.000 metros. La ascensión al Cerro Pintor es más bien un trekking de altura, no hay ninguna complicación salvo aclimatarse a subir a más de 4.000 metros en la misma mañana. El telesilla El Águila del centro de esquí La Parva te sube cómodamente de 2.910 mts a 3.550 mts donde empieza la ascensión.
Centro invernal de La Parva.
Las nubes cubren Santiago ahí abajo.
La Falsa Parva domina la subida.
Además de andinistas suben muchos ciclistas ya que se trata del bikepark más alto de América. El camino sale del mismo telesilla hacia el Este en dirección a un collado, portezuelo que llaman aquí, que da acceso a la Laguna Piuquenes. Esta primera media hora me la tomo con mucha calma para aclimatarme y no sufrir "la puna" o mal de altura.
Ciclistas listos para iniciar el descenso.
Subida al Portezuelo de Piuquenes.
Laguna Piuquenes desde el portezuelo.
Una vez en el portezuelo el sendero gira hacia el norte y encara una fuerte subida hasta alcanzar el cordal que va desde el cerro Falsa Parva (3.740 mts), que se deja a la izquierda, hasta el cerro La Parva (2.970 mts) y el Pintor. Este tramo es el más pesado de la ascensión pero las vistas que aparecen conforme gano altura compensan con creces el esfuerzo.
Subida hacia el cordal de La Parva.
El cerro La Parva domina la subida.
En el cordal hacia la Parva.
Ya en el cordal la pendiente se suaviza mucho y aprieto el paso para ver como responde la maquinaria a 4.000 metros... ¡la cosa funciona bien!. El camino bordea La Parva por el norte en dirección a otro amplio collado donde hay un refugio de emergencia.
Paisaje desértico, casi lunar.
El Pintor dominado por el Plomo.
Descanso en el refugio de emergencia.
Antes de llegar al collado ya aparece el Pintor con todos sus estratos de diferente color, de ahí su nombre, sin embargo es el cerro El Plomo con sus 5.200 metros el que domina todo el paisaje. Tras descansar un momento en el refugio encaro otro tramo bastante suave hasta llegar debajo de la pendiente final.
El Pintor con todos sus colores.
Típicas formas de la nieve en los Andes.
Última pendiente a la cima.
La visión del Cerro Plomo eclipsa totalmente las montañas vecinas, parece que está ahí mismo y la vista hace que esta última pendiente se me haga muy llevadera. Durante la subida se ha ido levantando un fuerte viento de Norte por lo que me estoy en la cima menos rato del que me hubiera gustado.
Cima del Pintor 4.180 mts.
Cerro La Parva desde el Pintor.
Grises, verdes, rojos, negro...
El descenso es por el mismo sendero, ahora solo tengo que tener cuidado con el viento. Decido dejar La Parva de lado, ya que no voy a disfrutar de la cima con el viento. En algunos momentos llega a ser tan fuerte que camino totalmente inclinado de lado, se agradece el apoyo extra de los bastones para equilibrarse.
De vuelta rodeando la Falsa Parva.
Ladera norte de la Falsa Parva.
Y abajo el telesilla.
Un grupo que va bajando a mi mismo ritmo me indica que es mejor rodear la Falsa Parva por el Oeste ya que la bajada es más suave que hacia Piuquenes, realmente tienen razón y mis rodillas lo agradecen.
De vuelta en el telesilla pienso...¡quien me iba a decir que después de tantos años volvería a los Andes aunque solo fuera por un día!.
Distancia: 9,5 Km.
Desnivel acum.: +719 mts. -719 mts.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Curicó, Lago Vichuquen y caleta de Llico

Un viaje por temas de trabajo me brinda la oportunidad de volver a Chile, volver a ver antiguos amigos y, como no, volver a visitar algunos de los lugares que conocí hace bastantes años.
Inevitable foto cruzando los Andes.
Bodega Miguel Torres en Curicó.
La mula Rufina es la mascota de la bodega.
El río Guaquillo pasa justo al lado de la bodega.
El centro de Curicó quedó muy afectado por el terremoto de 2.010. La mayor parte de casas de adobe se vinieron abajo, pero los jardines de la Plaza de Armas no sufrieron mayores daños.
Quiosco de música en la Plaza de Armas de Curicó.
La Plaza de Armas de Curicó.
El cacique Lautaro, tallado en un viejo tronco.
Centro de Curicó, siempre lleno de gente y bullicio.
La iglesia del Carmen aguantó el último terremoto del 2.010.
La Alameda José Manso de Velasco.
Con unos viejos amigos vuelvo a visitar Vichuquén, que en mapudungún (la lengua original de los mapuches) significa "lugar muy aislado". El viaje se me hace mucho más corto de lo que recordaba, supongo que el hecho de que ahora esté todo el camino asfaltado ayuda mucho.
Los ríos Lontué, Teno y Guaquillo se juntan formando el río Mataquito.
El pueblo de Vichuquén visto desde el Mirador de las Siete Vueltas.
La Plaza de Armas de Vichuquén.
Con sus corredores emporchados tan típicos...
La mayor parte muy bien restaurados y conservados.
Dicen que es un pueblo de brujas... cuando menos hay una.
El lago Vichuquén serpentea entre colinas de bosques de pino y eucaliptus, es un lugar de veraneo muy tranquilo a pesar de que prácticamente toda la orilla está ocupada por casas, algunas bastante ostentosas.  
El lago Vichuquén visto desde el camino a Lipimádiva.
Casi toda la orilla está ocupada por casas de veraneo.
Los cisnes de cuello negro siempre emparejados.
Las vistas son realmente bucólicas.
Algunas de las casas son muy bonitas.
El desagüe del lago hacia el Pacífico.
El lago sufrió bastante con el terremoto del 2.010, el tsunami posterior al terremoto entró por la boca de desagüe y provocó un aumento de la salinidad del agua... poco a poco parece que se va recuperando.
Playa de Llico, arena negra... ¡el Pacífico!.
Sigue siendo una pequeña caleta de pescadores.
El Puerto Viejo de Llico.
Restos del muelle de carga de cereal construido el 1.893.
Ahora solo lo usan las gaviotas.
Poco a poco la corrosión va haciéndolo desaparecer.
Al fondo las dunas de arena negra.
El hotel Puerto Viejo recientemente inaugurado.
Muy bonito el entorno y las vistas al Pacífico.
¡¡Y que rico el cebiche!!