domingo, 21 de julio de 2019

Les Coves del Salnitre

Como todos los macizos calcáreos, Montserrat tiene multitud de cuevas, más de un centenar. La única de todas que está acondicionada para visitas turísticas es la Cova de Collbató, más conocida como Les Coves del Salnitre. El acceso desde el aparcamiento es un camino con 244 escalones, en un día de plena canícula como hoy, hay que tomarlos con calma ya que la entrada de la cueva está en la base del Serrat de les Garriguoses, totalmente orientada al sur. El contraste entre el calor del exterior y los agradables 14ºC del interior es notable y, para los más frioleros, una chaqueta nunca está de más. Las visita son siempre guiadas y los horarios de las visitas y tarifas se pueden consultar en su página web. Conviene reservar con antelación ya que el número de personas por visita es bastante reducido. 
El Serrat de les Garrigoses.
Vistas sobre Collbató
La entrada a la cueva.
Explicaciones en la Sala de la Catedral.
La visita comienza con la proyección en las paredes de la cueva (videomapping le llaman ahora) de un vídeo explicando la formación y los usos de la cueva, desde la prehistoria hasta la actualidad. Está muy bien logrado ya que solo son imágenes, sonidos y música - sin narración alguna - pero logra su propósito a la perfección. Una breve explicación del guía complementa el audiovisual.
Una vez finalizado el vídeo empieza el recorrido por la cueva. La primera sala recibe el nombre de Sala de la Catedral y es la más grande de todas, 60 metros de largo y hasta 35 metros de altura. A continuación se baja al nivel inferior a través del Pou del Diable de 16 metros de profundidad, antiguamente se tenía que bajar con escaleras de cuerda, pero ahora se baja por unas escaleras bastante cómodas aunque muy empinadas. El recorrido por toda la cueva es de unos 550 metros, entre las salas superiores y las galerías inferiores.
La Sala de la Catedral.
Formaciones calcáreas en la Sala de la Catedral..
El Pou del Diable.
Galería en el piso inferior.
Muchas de las formaciones que vamos pasando tienen nombre propio, algunas son producto de la tradición y otras por asociación con alguna imagen, aunque a veces cuesta encontrar la relación. Así por ejemplo el Targeter debe el nombre a que, antiguamente la gente dejaba papeles con sus deseos en las "ranuras" de la formación. Una formación que nos llama la atención es el "Huevo frito", el nombre resulta evidente pero lo más interesante es que se trata de la regeneración de una estalagmita rota, lo que evidencia que la cueva está geológicamente viva. Otra formación destacable de tipo bandera es "Les Ales del Diable", según la leyenda el diablo - espantado - intentó salir volando de la cueva por un grieta, dejándose las alas enganchadas en ella.
El Targeter.
El Huevo frito.
Les Ales del Diable.
Estalagmitas.
Cuando pasas a la Sala de Les Columnes resulta evidente el nombre de la misma. Según se cuenta cuando Gaudí visitó esta cueva, las formas de estas columnas le sirvieron de inspiración para el diseño de la Basílica de la Sagrada Familia... como se suele decir: se non è vero, è ben trovato. Al final del recorrido se llega a una formación de color oscuro llamada La Moreneta, el color y la forma recuerdan vagamente a la imagen de la Virgen de Montserrat.
En la Sala de les Columnes.
Inspiración de Gaudí para la Sagrada Família.
La Moreneta.
El Bosc Encantat.
La visita está bien organizada y es muy recomendable, salvo por hecho de que - una vez pasada la Sala de la Catedral - ya no permiten hacer fotografías con flash, por lo que la calidad de las fotos es algo mediocre. La verdad es que no acabo de entender el porqué de esa limitación, solamente con las obras de adecuación del recorrido, la iluminación del mismo y el tránsito de personas, ya está totalmente ahuyentada cualquier fauna troglodita que pudiera haber.

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