viernes, 1 de noviembre de 2019

Les Terres del Gaià, de Querol al Gorg Negre y Les Roques del Benet

El río Gaià tiene su nacimiento cerca de Santa Coloma de Queralt, a unos 750 metros de altura, y tras un recorrido de 59 kilómetros desemboca al Mediterráneo en Tamarit. Durante los siglos X-XI fue la frontera entre el Condado de Barcelona y Al-Ándalus, por lo que se edificaron medio centenar de castillos y torres de vigilancia, entre ellos el Castell de Querol. Resultó derruido en 1835 durante la primera de las Guerras Carlistas, esas guerras que tanto nos traían de cabeza cuando nos tocaba estudiarlas en el instituto.
Al igual que tantas zonas de la Catalunya interior, esta no es una zona de paisajes grandiosos como el Pirineo, el abrupto relieve esconde pequeños rincones y un paisaje muy humanizado. El progresivo abandono del entorno agrícola ha propiciado el avance de la superficie forestal, principalmente con bosques de pino blanco, encinas y bosque de rivera en los fondos y zonas umbrías.
Nos ponemos a caminar en el mismo pueblo de Querol y vamos siguiendo las indicaciones del Camí de les Terres del Gaià. De bajada hacia el cauce del Gaiá pasamos por la Font de la Tous y, más adelante, cruzamos el cauce seco del Torrent d'Esblada.
El Castell de Querol.
Al fondo aparecen las Roques del Benet.
La Font de la Tous.
Bajando al cauce del Gaià.
Pocos metros más adelante abandonamos el camino hacia la izquierda, siguiendo el indicador que nos lleva hasta el Gorg Negre. Una pasarela permite cruzar a la otra orilla, para remontar un centenar de metros el cauce del Gaià por su orilla derecha hasta llegar a la represa del Gorg Negre. A principios del S.XX hubo el proyecto de construir un embalse para el suministro de agua a la ciudad de Tarragona. Paralizado y vuelto a reemprender en 1931, la Guerra Civil paralizó definitivamente el proyecto.
Pasarela sobre el Gaià.
Cartel explicativo del proyecto fallido del embalse.
La represa del Gorg Negre.
El Gorg Negre.
De vuelta al camino, este va subiendo entre el bosque de pino blanco, para luego volver a bajar hasta el cauce del Gaià a la altura de Can Canadall. A medio camino, en el punto más alto, se encuentran Les Roques del Benet. No hay ninguna indicación en el camino y toca buscar un pequeño sendero hasta llegar al borde de la escarpadura. Una pequeña trepada de apenas dos metros, nos deja en lo alto de la roca. Es un lugar ideal para disfrutar del paisaje mientras reponemos fuerzas, pero no muy apto para personas con vértigo. Justo al lado se encuentra el Avenc del Benet, un pozo de unos 30 metros de profundidad, formado por el desgajamiento de la roca.
Querol desde el camino a Les Roques del Benet.
Acceso a Les Roques del Benet.
Descanso en Les Roques del Benet.
La boca del Avenc del Benet.
Volvemos al camino y continuamos en dirección a Can Camadall. Al ser una zona en la que predomina el bosque de pino blanco y encinas, el otoño no resulta especialmente vistoso, aún así, el bosque de rivera pone una nota de color. Una vez cruzado el cauce del Gaià vamos a buscar un camino medio abandonado que va ganado altura por debajo de la escarpadura de los Plans de Can Camadall, y cruzando el Fondo del Cal Maçó, hasta llegar a la Plana de Cal Cateco.
El Gaià desde el camino a Cal Camadall.
Colores otoñales en Can Camadall.
Camino de vuelta hacia el Fondo de Cal Maçó.
Les Penyes del Baldric.
La Plana de Cal Cateco.
Cal Cateco.
El camino de bajada de Cal Cateco a Querol es un sendero que va a buscar la parte más accesible de la escarpadura del Gaià. No está señalizado, pero está bien marcado y, en algunos puntos, aún se conserva el empedrado original. Al final de todo se vuelve a cruzar el Gaià por una pasarela igual que la del Gorg Negre.
Les Roques del Benet desde Cal Cateco.
Una sorpresa otoñal.
Camino empedrado de Cal Cateco.
Pasarela de vuelta sobre el Gaià.
Ya de vuelta a Querol damos un pequeño paseo por el pueblo. La mayor parte de casas están rehabilitadas como segunda residencia al estilo de "pueblo con encanto", tan de moda actualmente. Lamentablemente no es posible visitar las ruinas del Castell de Querol, ya que es de propiedad privada.
El pueblo de Querol.
Casas muy bien restauradas.
Maqueta del Castell de Querol.
Atardecer sobre el Castell de Querol.
Cartel del Castell de Querol.
Divertida y bonita auca.
Terminamos la excursión comiendo en el Resturant Sant Jordi, en realidad es el único local del pueblo, así que no hay mucho donde elegir. La comida es excelente pero más vale no tener prisa, ya que suelen quedar colapsados los fines de semana.
Distancia: 8,6 Km.
Desnivel acum.: +370 mts. -370 mts.

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