Manresa medieval y modernista

Para una visita exprés a Manresa no hay nada mejor que contar con un manresano de socarrel que nos haga de guía, así que nos juntamos con Jaume a los pies de la Seu de Santa María para iniciar nuestra visita por el Carrer del Born. Esta calle y sus alrededores concentran buena parte de los comercios modernistas de principios del siglo XX. Muchos de ellos ya no se dedican a su función original pero, por suerte, se han conservado las fachadas originales y, en algunos casos, también el interior.

Basílica de Santa María de Manresa "La Seu".	Escultura A l'Ombra (Ramón Oms 1990).
Edifico de El Suís (1848).	Casa del Senyor Jaume (1673).
Farmacia Esteve (1926).	Pastelería L'Englantina (1916).
Sastrería Tuneu (1906).	Cristalería-cuchillería El Caribú (1941).
Quiosc de l'Arpa (1917).	Casa Torrents o Ca la Buresa (1908).
Casa de Cultura de la Caixa de Pensions (1924).	Magatzems Jorba, estilo Art Decó (1936).
Librería Roca (1824).	Barbería de la Plaça Major (1910).

Conforme paseamos por el centro histórico se nos hace patente la importancia que la estancia de San Ignacio de Loyola ha tenido para Manresa. Con ocasión del 500 aniversario de su llegada a la ciudad, se señalizó un recorrido por los lugares más emblemáticos de su estancia en ella, como por ejemplo el Pou de la Gallina, el Portal de Sobrerroca, la Capella de Sant Ignasi Malalt, la Cova de Sant Ignasi... La única placa que faltaría sería la de "aquí va pixar Sant Ignasi".

Arco del Carrer d'en Botí.	Capilla de Sant Ignasi Malalt (1522).
Ayuntamiento de Manresa (S.XVIII).	Pou de la Gallina.
Capilla del Pou de la Gallina.	Torre de Sobreroca (S.XIII-XIV).

La basílica de Santa María es conocida popularmente como La Seu, a pesar de no ser sede episcopal. El maestro de obras que la proyectó fue Berenguer de Montagut, el mismo que proyectó la basílica de Santa María del Mar en Barcelona y La Seu de Palma de Mallorca. Su construcción se alargó desde 1328 hasta 1486. Ya en pleno S.XX se completó la fachada principal y el baptisterio en estilo neogótico, obra del arquitecto manresano Alexandre Soler bajo la supervisión de Antoni Gaudí.

De la iglesia románica anterior sólo quedan la portada situada al lado del portal gótico de Santa María en la fachada norte y unos arcos del claustro, situados bajo el claustro neoclásico, en el llamado Espai Oliba. 

Portal de Santa María en la fachada norte	El buey que representa al evangelista San Lucas.
León representando al evangelista San Marcos.	El águila que representa al evangelista San Juan.
El ángel simboliza a San Mateo.	Portalada románica (S.XII).
Capitel izquierdo, Adan y Eva en el Arbol de la sabiduría.	Capitel derecho, lucha entre dos hombres.
Galería del claustro neoclásico (S.XVIII).	Capella dels Favets (XIX) en el centro del claustro.
Diversos sepulcros trasladados al claustro neoclásico.	Tímpano original románico en el claustro.
Gárgola en forma de león del claustro neoclásico.	Otra gárgola representando un ángel.
Restos del claustro románico (S.XI).	Detalles de los capiteles con decoración vegetal.
Clave de bóveda con el cordero pascual.	Capiteles del claustro gótico desparecido.
Acceso a la necrópolis altomedieval.	Sarcófago de Ramón Serra (1306).
Vista general del Espai Oliba.	Maquetas de la construcción del templo gótico sobre el románico.

Los más de 18 metros de ancho y los 30 metros de alto de la nave principal le dan una sensación de amplitud similar a la de la catedral de Girona. Las dos naves laterales son casi la mitad de altas que la principal, dejando suficiente espacio para los grandes ventanales de la parte superior que proporcionan luminosidad al interior. Las vidrieras son todas del S.XIX-XX ya que las originales resultaron destruidas en un incendio durante la Guerra de Sucesión en 1714.

Del patrimonio que se ha conservado destacan los cuatro retablos góticos y -sobre todo- el llamado Frontal Florentí. Se trata de un palio de 91x333 cm. bordado por Geri di Lapo en el S.XIV con hilos de seda y plata.

La gran nave central .	Retablo de La Trinitat (Antoni Marquès 1506).
Retablo de Sant Nicolau (Jaume Cabrera 1412).	Retablo de Sant Marc y Sant Anià (Arnau Bassa 1346).
Retablo de l'Esperit Sant (Pere Serra 1394).	Mare de Déu de l'Alba, reproducción de la original quemada en 1979.
Capella del Santíssim (S.XVII).	San Ignacio de Loyola, omnipresente en Manresa.
Rosetón de la fachada principal.	Restos del coro en la entrada principal.
El Frontal Florentí, bordado obra de Geri di Lapo (S.XIV).	Detalle de la Adoración de los Reyes de Oriente.
Baptisterio neogótico (Alexandre Soler i Marc 1921).	Escalera de caracol en el baptisterio.
Sepulcro del Canónigo Mulet (Josep Sunyer 1719).	Cripta y tabernáculo de Sant Maurici, Santa Àgnes y Sant Fruitós.

Tras visitar la Seu nos vamos a conocer el Carrer del Balç. Se trata de una calle medieval que discurre entre el Carrer Sobrerroca y el de Santa Llúcia. Los vecinos la fueron cubriendo poco a poco para ampliar las casas, hasta quedar totalmente cubierta y desparecer de los planos y el callejero de la ciudad. El Centre d'Interpretació del Carrer del Balç ocupa la planta baja de una casa noble del S.XIV-XV. La visita guiada incluye tres audiovisuales que te ponen en contexto de la Manresa medieval a través de la visita de Pere III el Cerimoniós en 1344.

Centre d'Interpretació del Carrer del Balç.	Planta baja de la casa noble (S.XIV-XV).
Sala con una maqueta del Carrer del Balç.	Reconstrucción de la casa noble.
Plano del Carrer del Balç.	Tramo de pavimento original en una de las bocacalles.
La entrada al Carrer del Balç.	Perspectiva de la calle medieval.
Los diferentes techos que cubren la calle.	Portal dovelado al final de la calle.

Terminamos esta visita exprés en el Parc de La Seu donde, además de recorrer todo el perímetro de La Seu, se tiene unas buenas vistas sobre la Cova de Sant Ignasi, el Pont Vell sobre el Riu Cardener y la zona del antiguo Torrent de Sant Ignasi.

Ábside de la basílica desde el Parc de la Seu.	Fábrica textil del Salt o de l'Aranya (1861).
Santuario de La Cova de Sant Ignasi.	El Pont Vell (S.XIII-XIV).