Quizás el Gorg Negre más conocido de esta zona es el de Gualba, pero en casi todos los pueblos del Montseny hay un Gorg Negre y todos tienen su propia leyenda, normalmente asociada a las Dones d'Aigua. En el caso de Riells se cuenta que Sebastià de Can Perarnau contrajo matrimonio con una dona d’aigua, quien con sus conocimientos de la naturaleza trajo felicidad y prosperidad a la família, bajo promesa de no mencionar nunca su condición de dona d'aigua. Un día la mujer ordenó a los jornaleros que recogieran la cosecha de cereal aunque aún no estaba maduro del todo, cuando Sebastià se enteró montó en cólera y le echó en cara a su mujer que ¡Qué podía saber ella, una dona d'aigua, de cosechas! La mujer no se defendió, no dijo nada, tan solo se alejó riera arriba y desapareció sumergiéndose en el Gorg Negre. Pocos días después una fuerte tormenta arrasó toda la cosecha de cereal de la zona del Montseny, excepto la de Can Perarnau que ya se encontraba a salvo en el granero.
Nos ponemos a caminar en la pequeña iglesia de Sant Martí de Riells y la subida la hacemos por la pequeña masía de Els Corralets y la umbría de los Esqueis de la Mosquera, donde hay un pequeño hayedo a tan solo 650 metros de altura, con la intención de hacer todo el recorrido de la riera de bajada. El sendero no está muy marcado y algunos puntos casi que se ha perdido, las últimas tormentas también parece que han tirado algunos árboles, dificultando el paso en algunos puntos. Pasado el hayedo, llegamos al Sot de Güers, punto en que se unen las dos rieras que dan lugar a la Riera de Riells: el Torrent de Bernat y el Torrent de Vimeners.
A partir de aquí solo hay que ir siguiendo el cauce de la riera, cruzándolo una y otra vez para buscar en cada momento el paso más fácil. En seguida se llega al Gorg Negre, un lugar encantador en el que nos estamos un rato disfrutando del entorno. Seguimos bajando ahora por un camino más marcado, que nos llevaría hasta Can Perarnau, pero enseguida lo abandonamos para seguir por el cauce de la riera, pasando pequeños saltos de agua y buscando el camino, que no es muy evidente, hasta llegar al tramo del Clot de l'infern. El cauce se va cerrando poco a poco entre dos paredes totalmente verticales y en algunos puntos se hace difícil pasar sin mojarse los pies. Conforme se va bajando el cauce de la riera se va ensanchando y el camino se nota más evidente y transitado. Aquí se pasa por varios castaños enormes que son más que centenarios, un último cruce sobre la riera nos deja en la pista que va de Can Perarnau a Sant Martí de Riells.
Tiempo: 2 hrs. 53 min.
Desnivel acum.: +210 mts. -210 mts.
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