martes, 18 de julio de 2023

Románico de Andorra

Andorra además de pistas de esquí y centros comerciales también tiene un patrimonio románico muy destacable. Si, como es nuestro caso, te desplazas en autocaravana no resulta un país muy amigable... salvo los aparcamientos de las pistas de esquí, todos los aparcamientos que hay en los pueblos suelen ser de pago y hay que ir con mucho cuidado, ya que te puedes encontrar en auténticas ratoneras de las que es muy difícil salir.
Nuestra primera parada es en la iglesia de Santa Coloma (S.X-XII), casi en la entrada de Andorra la Vella. Aquí, además de la iglesia, se encuentra el Espai Columba, un centro de interpretación del románico andorrano con una pequeña exposición de objetos litúrgicos, que merece mucho la pena visitar. También te informan de los horarios de visita de las iglesias románicas... todas abiertas de 10h a 14h y de 15h a 18h de martes a sábado, y de 10h a 14h los domingos ¡Así se promociona el turismo cultural!.
Iglesia de Santa Coloma.
Espai Columba.
Piedra esquinera decorada (ábside de Sant Esteve S.XIII).
Lipsanotecas (Sant Romà de les Bons S.XII).
Passio sancti romani (Sant Romà de les Bons S.XII).
Cristo (Sant Martí de la Cortinada S.XII).
Incensario (Sant Romà de les Bons S.XV-XVI).
Cruz espinada (Sant Serni de Nagol S.XIII).
Imagen sacra (Sant Vicenç d'Enclar S.XIII).
Candelabro de hierro forjado (Sant Joan de Sispony S.XIII).
Sin lugar a dudas la "atracción estrella" de este museo son las pinturas originales (S.XII) del ábside de la contigua iglesia de Santa Coloma. Fueron arrancadas en 1932 mediante la técnica del strappo y vendidas al barón Jean Germain Léon Cassel, banquero belga de origen judío. Durante la ocupación de Bélgica, el régimen nazi las requisó/robó y pasaron a formar parte del fondo artístico del Tercer Reich. Una vez terminada la II Guerra Mundial fueron depositadas en Munich y luego en Berlín, donde fueron restauradas en 1989. Ya en 2007, el gobierno andorrano logró comprar la casi totalidad del conjunto pictórico por unos 4 millones de euros, trasladándolo a su emplazamiento actual.
La disposición de las escenas se aparta totalmente de lo que suele ser habitual, ya que en la cabecera del ábside cuadrangular se representa a Santa Coloma, Santa María, San Pedro, San Pablo y la paloma representando el Espíritu Santo en el centro. El Pantocrator rodeado del tetramorfos se encuentra en el lateral izquierdo y el resto de apóstoles están representados en el lateral derecho. Dos santos o ángeles sin identificar parecen custodiar el acceso en el interior del arco de herradura.
Cabecera del ábside cuadrangular.
Interior del arco de herradura del ábside.
Santa Coloma y Santa María.
San Pedro y San Pablo.
Vista general de la bóveda del ábside.
Pantocrator rodeado por el tetramorfos.
Detalle del pantocrator.
El resto de apóstoles.
Representación del Espíritu Santo en la cabecera del ábside.
Friso con decoración de animales fantásticos.
La iglesia de Santa Coloma es totalmente prerrománica (S.X) y ya se menciona en el año 839. Es de una sola nave con un ábside rectangular delimitado en el interior por una arco de herradura algo más estrecho que el ábside. La cubierta de la nave es de pizarra, a dos aguas y soportada por cerchas de madera. El campanario cilíndrico es algo posterior al resto de la iglesia (S.XII). Con una altura de casi 18 metros es lo más llamativo exteriormente, consta de cuatro pisos con ventanas geminadas y una simple decoración de arcuaciones de estilo lombardo.
En el interior se conserva el retablo barroco del altar mayor (S.XVIII), ahora situado a los pies de la nave, y una imagen románica de la Verge dels Remeis (S.XIII). En el arco de herradura del presbiterio se han conservado restos de las pinturas originales, en las que solo se puede apreciar el Agnus Dei en el centro.
Fachada con el porche y el campanario.
Muro construido con la técnica de tapia (S.X).
Detalle del campanario.
Puerta con una sencilla decoración dientes de sierra.
Interior de la nave.
Retablo del altar mayor (S.XVIII) ahora a los pies de la iglesia.
Nostra Senyora dels Remeis.
Arco de herradura del ábside con el Agnus Dei.
La visita a la iglesia se realiza con una audio-guía y para completar la misma se proyecta en el ábside una representación (video-mapping) de cómo serían las pinturas en su estado original, tanto las del interior como las del arco del presbiterio. El efecto logrado es realmente impresionante y permite hacerse una idea de como eran originalmente.
La siguiente iglesia que visitamos, Sant Joan de Caselles, es una de las iglesias románicas de Andorra que más resaltan, al estar justo al lado de la carretera que sube a Coll de Pal. Consta de una sola nave con cubierta de pizarra a dos aguas, un ábside muy sencillo sin decoración y dos porches, ambos originales. El campanario es de planta cuadrada, con cuatro niveles y ligeramente separado del cuerpo de la iglesia. El primer nivel es ciego, sin ventanas, mientras el segundo tiene ventanas de medio punto en tres de los lados y los dos siguientes ventanas geminadas en los cuatro lados, con una sencilla decoración de arquillos ciegos entre ambos pisos.
Sant Joan de Caselles (S.XI-XII).
El porche original con la entrada a la iglesia.
Ábside simple, sin decoración.
Detalle de la decoración del campanario.
Antiguo acceso al campanario, ahora cegado.
Pila de agua bendita en la entrada.
Herrajes dela puerta.
Uno de los montantes del porche.
El interior mantiene el retablo gótico en su posición original en el ábside, con una imagen románica de Sant Joan Evangelista en el centro del mismo. Las paredes mantienen parte de la decoración original simulando hiladas de piedra. En el muro sur se encuentra una pieza única y que puede pasar desapercibida: un gran lienzo mural (S.XII) con un Cristo en majestad (Maiestas Domini) realizado en estuco, de ahí que se le conozca como Sa Majestat Estuc. En el lienzo alrededor del Cristo se representan el sol y la luna en la parte superior, el legionario Longinos con su lanza abajo a la izquierda, y el legionario Stefatón con la caña y la esponja con vinagre abajo a la derecha.
Retablo gótico de Sant Joan Evangelista (S.XVI).
Imagen románica de Sant Joan Evangelista.
La Flagelación.
La Crucifixión.
Pequeña campana en el presbiterio.
Detalles decorativos originales de la techumbre.
Decoración pictórica de las paredes.
Pequeña puerta de acceso al campanario.
Lienzo de pintura mural y Sa Majestat Estuc.
Detalle del rostro del Maiestas Domini.
Nuestra última visita al románico andorrano es Sant Miquel d'Engolasters (S.XII). Lo primero que sorprende es el campanario, con sus más de 17 metros de alto resulta enorme en comparación con las dimensiones de la iglesia. En el último piso del campanario, entre las ventanas geminadas, se pueden apreciar unas cabezas bastante erosionadas, único elemento escultórico del románico andorrano.
Sant Miquel d'Engolasters.
Ábside con decoración lombarda muy sencilla.
Un rostro muy esquemático.
Lo que parece una cabeza de animal.
Una cabeza muy erosionada.
Arco de entrada bajo el porche.
El interior de la única nave es muy sencillo y de dimensiones reducidas. En el ábside se ha colocado una reproducción exacta de las pinturas originales, actualmente en el MNAC. Aunque pueda parecer el habitual Pantocrator rodeado del tetramorfos, tiene un curioso detalle: el ángel, símbolo de Mateo, ha sido substituido por una representación del arcangel Sant Miquel luchando contra el dragón, símbolo del mal y el diablo.
Sencillo interior de la iglesia.
Reproducción de las pinturas del ábside.
Detalle del Pantocrator.
Puerta de acceso al campanario.

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