sábado, 18 de febrero de 2017

Tossa de Mar, el Paraiso Azul

Hay que aprovechar que pinta buen tiempo para el fin de semana, así que planeamos una escapada a Tossa de Mar. Nuestra primera parada es la Oficina de Turisme, donde nos hacemos con un plano del pueblo. Sin más dilación empezamos a callejear por la parte antigua, toda ella es zona peatonal y al ser invierno casi todos los comercios turísticos están cerrados, la tranquilidad es absoluta.
Antiguo Hospital de Sant Miquel.
La pequeña capilla dedicada a Sant Miquel.
Carrer de les Flors.
Carrer de Roqueta.
Iglesia parroquial de Sant Vicenç (S.XVIII).
El interior con la policromía restaurada.
Tras visitar la iglesia de Sant Vicenç llegamos a la Platja d'es Codolar justo al lado del recinto amurallado de la Vila Vella. Me llama la atención que en la toponimia se mantiene el uso de los "articles salats" (es y sa) derivados del demostrativo latino IPSU e IPSA, tal como en las Baleares.
Otro bonito rincón del barrio de Roqueta.
La Platja d'es Codolar.
Torre d'es Codolar dominando la playa del mismo nombre.
Torre de les Hores... donde antiguamente había un reloj.
La entrada al recinto de la Vila Vella.
Torre de les Hores desde el interior.
La visita al Museu Municipal de Tossa es imprescindible, nada mas entrar se encuentra el magnífico mosaico encontrado en la Vil·la dels Ametllers (S.II), se le conoce como "Mosaic d'en Vitalis" por la inscripción SALVO VITALE FELIX TURISSA, que se podría traducir como "estando bien Vidal, Tossa estará bien". Como dato curioso es la primera inscripción en que aparece el nombre romano de Tossa: Turissa. Las otras piezas de la época romana que más llaman la atención son una escultura del dios Mercurio y la pata de una mesa con la cabeza de una leona esculpida en mármol de Carrara.
Mosaic d'en Vitalis.
Escultura del dios Mercurio.
Cabeza de leona.
Del resto de salas destaca una exposición de cuadros y algunas esculturas de diferentes artistas europeos que residieron en Tossa durante el período de entre-guerras (1930-1936). Esta mezcla de vanguardias y estilos le valieron a Tossa el apelativo de "Babel de les Arts", todo este periodo finalizó con el estallido de la Guerra Civil.
Una de las salas de la "Babel dels Arts".
"Barques varades" de Rafael Benet.
"Pique-nique" de Olga Sacharoff.
"El Violinista Celeste" de Marc Chagall.
Tras visitar el museo continuamos callejeando, y enseguida llegamos a la Plaza Ava Gardner, donde está la escultura a tamaño natural de "el animal más bello del mundo". Fue durante el año 1950 que esta pequeña localidad, minúscula en aquel entonces, pasó a ser el epicentro del glamour durante el rodaje de la película "Pandora y el Holandés errante". El presunto romance de Ava Gardner con el torero Mario Cabré y los celos de Frank Sinatra, acapararon durante días la atención del público y supuso una magnífica publicidad para Tossa.
Por las callejuelas de la Vila Vella.
Carrer Abat Oliva llegando a la Plaça Ava Gardner.
Cartel de "Pandora y el Holandés errante".
"El animal más bello del mundo".
Continuamos subiendo, ahora entre pinos por un paseo empedrado, hasta los restos de la iglesia de Sant Vicenç y, finalmente, el Far de Tossa. Tras disfrutar de las vistas empezamos a bajar y lo hacemos por encima de la misma muralla, desde la Torre d'en Joanàs hasta la plaza que hay en la entrada principal, al lado de la Torre de les Hores.
Torre d'en Joanàs.
Antigua iglesia de Sant Vicenç (S.XV).
El Far de Tossa (1.917).
Uno de los cañones de la Guerra del Francès (S. XVII).
Vista sobre la Torre de les Hores y el barrio de Roqueta.
Paseo sobre la muralla.
Paseando ya por la Platja Gran vamos buscando algún sitio para comer. A pesar de ser temporada baja, gran parte de los restaurantes del frente marítimo están abiertos. Después de ver la oferta nos decidimos por el Restaurante Rem Vell, nos recomiendan probar el "Cim i tomba" típico de Tossa, la decisión resulta acertada.
El "Cim i tomba" es un guiso contundente, que se solía hacer a bordo de las barcas de pesca con ingredientes muy sencillos, patatas, pimiento, cebolla, ajo y pescado (turbot y rape o lluç). Con un vino blanco bien frío resulta exquisito.
La Platja de la Mar Menuda.
La Platja Gran con la Vila Vella y el barrio de Roqueta.
Las barcas de pesca no han cambiado con el paso de los años.
La Riera de Tossa bordeando la Platja Gran.
Capilla de la Mare de Déu del Socors (S.XVI).
El interior es de un blanco deslumbrante.
Por la tarde nos acercamos a visitar la Vil·la Romana dels Ametllers (S.I ac al S.VI dc) , el recinto es de entrada libre y lo más interesante son los restos de los mosaicos que se mantienen in situ (el principal está en el museo). También se ven los baños termales y una piscina de dimensiones considerables en lo que sería un patio ajardinado. Por el tamaño de las estancias se puede deducir que era una villa bastante opulenta.
Piscina en el patio ajardinado.
Magnífico mosaico, casi completo.
Restos de otro mosaico más elaborado.
Y otro del que queda muy poco.
Después de descansar un rato en el hotel, terminamos el día con un agradable paseo nocturno por el frente marítimo y la Vila Vella iluminada.

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