domingo, 13 de enero de 2019

Ruta Megalítica I y II de la Roca del Vallès

Como la ruta prevista es corta y no tengo ganas de pasar frío, esta vez me pongo a pedalear bastante tarde, a las once. Cuando llego a La Roca del Vallès el termómetro del coche marca unos magníficos 3ºC, muy agradable para ser pleno invierno. Atravieso el pueblo por la carretera de Argentona (C-1415c) y finalmente abandono el asfalto al final de la Calle Rocatomba, a partir de aquí empieza un camino de sauló típico de esta zona incluida en el Parc Natural de la Serralada Litoral, la pendiente no es excesiva y va la mar de bien para entrar en calor.
La ruta se encuentra muy bien señalizada como Ruta Prehistorica II (Can Planes - Sant Bartomeu) y en este tramo también coincide con la ruta cicloturísta del Meridià Verd, que va desde Dunquerque a El Masnou conmemorando la medición del meridiano de París (1799) que sirvió para definir el metro. La primera parada es el dolmen de Can Planes, formado por cuatro losas con la abertura orientada hacia el sur. Continúo por el camino y llego a la Pedra de l'Escorpí (desconozco el porqué del nombre) y a unos pocos metros del camino la Pedra Foradada de Can Planes, tal y como su nombre indica, esta es un bloque de granito vaciado en su parte inferior se supone que para usarlo como cámara funeraria.
Camino de Can Planes.
Dolmen de Can Planes.
La Pedra de l'Escorpí.
La Pedra Foradada de Can Planes.
El camino sigue subiendo entre un frondoso bosque de encinas, alcornoques y pinos, aún no me ha empezado a dar el sol pero algunas rampas algo más pronunciadas hacen que empiece a notar calor. Me desvío para ir a la Font de la Mansa, oculta en la umbría y de la que mana un chorrito de agua bastante amarga, de vuelta al camino paso por el desvío a Can Pahisa donde han colocado un curioso pesebre al aire libre, con su tió y todo. A partir de aquí el camino empieza a llanear para terminar bajando al Coll de Sant Bartomeu.
Font de la Mansa.
Desvío a Can Pahisa.
Pesebre en el desvío a Can Pahisa.
Camino en la carena a Sant Bartomeu de Cabanyes.
Cruzo la carretera de La Roca a Argentona (BV-5106) y justo al lado está la pequeña ermita de Sant Bartomeu de Cabanyes. Es una edificación de una sola nave con bóveda de cañón rematada a levante por un ábside sin ninguna decoración exterior, tan solo una pequeña ventana central. En este punto un poste indicador marca el enlace con la Ruta Prehistórica I (Can Gol - Céllecs) que rodea el Turó de Céllecs, al principio el camino es amplio y sin problemas pero llega un momento en que se convierte en un sendero en el que a ratos tengo que pasar andando, no tanto por la dificultad como por respetar a la gente que va a pie.
El dolmen de Céllecs también es conocido por el nombre de Cabana del Moro, esto es muy normal en esta zona para referirse popularmente a edificaciones muy antiguas de las que se desconoce la fecha. Es de forma poligonal formado por cinco losas más la losa de la cubierta, la abertura está orientada hacia el sur igual que el dolmen de Can Planes, en la parte de atrás se aprecian restos de un túmulo. El sendero continúa bajando por la carena y ahora es totalmente impracticable en bicicleta, por lo menos para mí, hasta que al final desemboca en una camino amplio.
Plafón de el megalítico de la Serralada Litoral.
Sant Bartomeu de Cabanyes (S.XI-XII).
Vista del sencillo ábside de Sant Bartomeu.
Vistas sobre el Vallès Oriental y el Montseny.
Dolmen de Céllecs o Cabana del Moro.
Trialera por la carena del Turo de Céllecs.
Una vez en el camino todo lo que queda de bajada vuelve a ser perfectamente ciclable pero - ¡siempre hay un pero! - resulta que la señalización de la Ruta Prehistórica I está pensada para hacerla de subida, por lo que hay que estar muy al tanto para no pasarse los desvíos, ya que solo están indicados en el lado del poste que da a la subida.
Primero se llega a la Pedra de Les Creus, un bloque de granito que se encuentra a mano derecha del camino (según voy bajando) y que está totalmente cubierto de grabados, en su mayoría cruces. Me entretengo en ir identificando las diferentes cruces y grabados, se supone que en su mayor parte son medievales aunque algunos son claramente más modernos como uno que pone "ROCA" y otro que parece una flecha apuntando al norte.
La Pedra de Les Creus.
Una cruz potenzada.
Más cruces de diferente tipología.
Esta inscripción es más moderna.
Grabado que no puedo identificar.
¿Flecha indicando el norte?.
El camino sigue bajando, en este tramo con bastante pendiente, hasta llegar a un cruce de caminos donde la pendiente se suaviza. Tomando el desvío a la izquierda - el más estrecho - se llega a La Pedra de Les Orenetes, este enorme bloque de granito tiene unas curiosas formas de erosión y se supone que era un centro ritual o de reunión, en las zonas más resguardadas se han conservado restos de pintura prehistóricas encuadradas dentro del Arte rupestre del Arco Mediterraneo, todas son muy sencillas con trazos en color ocre rojizo y la verdad es que no es fácil identificar el significado de cada una.
La Pedra de Les Orenetes.
Todos buscamos las pinturas rupestres.
Restos de pinturas rupestres, ¿una serpiente?.
¿Una figura con los brazos levantados?.
De vuelta al cruce sigo el camino de bajada hasta llegar a un punto en que a cada lado del camino salen dos senderos, el de la derecha lleva al dolmen de Can Gol II y el de la izquierda a la Roca Foradada de Can Gol. Del dolmen de Can Gol II solo se conservan las tres losas que formaban la cámara funeraria, la losa superior ha desaparecido. La Roca Foradada de Can Gol impresiona por el tamaño de la cavidad excavada, es bastante más grande que la de Can Planes y está muy bien trabajada interiormente, alrededor se pueden ver algunas losas que seguramente cerraban la cámara funeraria.
Bajando hacia el dolmen de Can Gol.
Dolmen de Can Gol II.
La Roca Foradada de Can Gol.
Posando con "la burra" en la Foradada de Can Gol.
Retomo la bajada hasta que el camino desemboca en una urbanización perteneciente a Vilanova del Vallès, aquí se puede tomar un pequeño callejón que sale a la derecha para ir al dolmen de Can Gol I pero no vale la pena, ya que se encuentra dentro de un jardín particular y apenas se puede entrever a través del seto. Ya solo me queda ir bajando por las calles de la urbanización hasta llegar a la carretera que va de Vilanova del Vallès a La Roca (BV-5001), la cruzo y empalmo con el Camí del Mogent que ya recorrí hace algún tiempo.
En el Camí del Mogent.
La Roca del Vallès con el Montseny al fondo.
Un gran pino solitario.
El Castell de la Roca dominando el pueblo.
No ha sido una ruta muy larga pero vale la pena para recorrer parte del patrimonio prehistórico de esta zona.
Distancia: 15,7 Km.
Desnivel acum.: +358 mts. -358 mts.

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