El Brull, muralla íbera del Montgròs y dólmenes de la Serra de l'Arca

¡El Montseny nunca defrauda! Siempre encuentras zonas que no habías conocido o pequeños tesoros por descubrir... y entre semana ¡sin gente! Antes de ponerme a caminar en El Brull, aprovecho para ver en detalle la iglesia de Sant Martí del Brull (S.XII). De la edificación románica original queda el ábside decorado con lesenas y arcuaciones que enmarcan las ventanas ciegas, en los laterales también quedan restos de decoración de lesenas y arcuaciones. Las pinturas murales originales del ábside fueron descubiertas el 1909, fueron arrancadas el 1935 y trasladas al Museu Episcopal de Vic.

Al igual que la iglesia, el Castell de El Brull está documentado del S.XI como dominio de los condes de Barcelona y posesión de los vizcondes de Osona-Cardona. Quedan pocos restos del mismo, apenas parte de una de las torres y las bases de los muros que permiten adivinar las diferentes estancias.

Sant Martí del Brull (S.XII y S.XVIII).	Ábside románico con lesenas y ventanas ciegas.
Lesenas y arcuaciones en los laterales.	Ruinas del Castell del Brull (S.XII).
Restos de las estancias del castillo.	Plano del castillo en un panel informativo.
Font de Sant Martí a los pies de las ruinas del castillo.	Vistas hacia el Pirineo.

Tras la "visita turística" me pongo a caminar y voy en dirección a la casa de retiro espiritual de Mas Casademunt con su iglesia del Sagrat Cor de estilo neogótico. Luego bordeo el campo de golf de El Muntanyà, bajo a cruzar el Torrent l'Estanyol y remonto por el otro lado, hasta llegar a la carena al final de la que se encuentra el poblado íbero del Turó del Montgròs. Solo se puede ver la espectacular muralla a través de la reja que cierra el recinto, las visitas son concertadas y con guía.

Continúo y paso por la masía de El Boix una pequeña cantera abandonada y llego a la carena de la Serra de l'Arca a la altura del dolmen del Pla del Boix en un cruce de caminos. Aquí decido seguir la carena en dirección a Aiguafreda, en vez de volver directo a El Brull, para buscar los otros dólmenes que aparecen indicados en el mapa. El conjunto de dólmenes de la Serra de l'Arca está datado del Calcolítico (2200-1800 aC) y excepto el dolmen de Can Serra de l'Arca, que está restaurado y bien indicado, el resto hay que buscarlos a los lados del camino que resigue la carena y cuesta un poco encontrarlos.

Para volver al punto de partida bajo hasta Can Serra de l'Arca y tomo un camino que va resiguiendo la Riera de l'Avencó sin llegar al fondo de la misma. A la altura de la Font del Saní, que no encuentro, el camino se convierte en un sendero bien marcado que va ganando altura hasta llegar de vuelta a la carena de la Serra de l'Arca. Un breve descanso en el Turó del Serrat de la Peça y ya enlazo con la pista asfaltada que me lleva de vuelta a El Brull.

Iglesia del Sagrat Cor de Can Casdemunt.	Can Casademunt.
Campo de golf de El Muntanyà.	Masía abandonada de El Raurell.
Torrent de l'Estanyol.	Escultura a los Ausetans.
Muralla del asentamiento íbero del Turo del Montgros (S.V-III aC).
Masía de El Boix.	Pedrera del Camp de la Creu.
Dolmen del Pla del Boix.	Dolmen tipo cista de la Creu de la Parroquia.
Dolmen tipo cista del Serrat de Puigventós.	Torre de vigilancia del Grau del Llop.
Matagalls aparece ligeramente nevado.	El Tagamanet.
Vista hacia los Cingles de Bertí.	Dolmen de Can Serra del Arca.
Dolmen de la Casa Nova de Can Serra.	Cruce de caminos cerca de Can Serra de l'Arca.
Can Serra de l'Arca.	Masía del Pujol.
Balma del Foradot camino al Serrat de la Peça.	Cima del Serrat de la Peça.
Coll de Can Rovira.	De vuelta a El Brull.

Distancia: 18,6 Km.
Tiempo: 5 hrs. 55 min.
Desnivel acum.: +467 mts. -467 mts.