sábado, 10 de marzo de 2018

La Llacuna, Miralles, Rofes y el Puig Castellar

Este sábado decido salir bien temprano y subir en coche hasta La Llacuna para pedalear por la Anoia. La niebla que cubre la zona de Vilafranca me hace pensar que el día mejorará. A las ocho de la mañana ya estoy listo para empezar a pedalear, el primer kilómetro desde La Llacuna hasta el Coll de la Creu del Pla es por carretera, a esta hora no hay practicamente tránsito y además es casi plano... un inicio suave que permite calentar los músculos tranquilamente. En el Coll de la Creu del Pla abandono la carretera por el camino de tierra que lleva por toda la Vall de Miralles hasta las viñas de la finca Françola de la bodega Miguel Torres.
Carretera de La Llacuna a Miralles.
Cruz de término en el Coll de la Creu del Pla.
El Castell de Miralles dominando el valle.
Viñas en la finca de Françola.
Aquí empieza la primera subida seria del día que me ha de dejar en la carena de la Serra de Fontfregona. Al principio el camino es asfaltado, lo cual es una suerte ya que las pendiente es bastante fuerte y continuada. Voy subiendo con el desarrollo más corto pero sin perder el ritmo, todo va bien hasta que se acaba el asfalto, la pendiente no afloja y el camino es bastante pedregoso, finalmente pierdo tracción y toca echar pie a tierra para superar las últimas rampas.
Una vez en la carena de la Serra de Fontfregona la pendiente pierde inclinación y se pedalea mucho mas relajadamente. Una vez en el Coll de la Llebre un rápido descenso, primero por pista y luego camino asfaltado, me deja en el pueblo de Rofes.
La Vall de Miralles desde el Coll de la Llebre.
Bajando hacia Rofes.
Iglesia de Rofes.
Indicador de ruta al lado de la iglesia.
Al lado de la iglesia de Rofes hay un indicador de un itinerario que baja hasta el fondo del Torrent de Rofes y continúa hasta la Font del Teix. El sendero, aunque estrecho, es ciclable sin problemas, excepto el tramo que cruza el torrente, totalmente seco. De la Font del Teix un corto tramo de sendero sube hasta enlazar con una pista, como está muy embarrado tengo que subirlo a pie.
Una vez en la pista, la ruta señalizada continuaría hacia la derecha en dirección a La Llacuna, pero yo giro hacia la izquierda para subir hasta la Serra d'Ancosa. La pista va subiendo con una pendiente bastante sostenida, otra vez pongo el desarrollo más corto, agacho la cabeza y trato de conseguir un ritmo lento que me permita avanzar sin parar. Tan solo en los últimos cien metros tengo que volver a empujar la burra cuesta arriba.
Molino en el Torrent de Rofes.
Sendero que lleva a la Font del Teix.
La Font del Teix.
Es la parte más angosta del torrente.
Una vez en la pista, la ruta señalizada continuaría hacia la derecha, en dirección al Coll de la Creu del Pla, pero yo giro hacia la izquierda para subir hasta la Serra d'Ancosa. La pista va subiendo con una pendiente bastante sostenida, otra vez pongo el desarrollo más corto, agacho la cabeza y trato de conseguir un ritmo lento que me permita avanzar sin parar. Tan solo en los últimos cien metros tengo que volver a empujar la burra cuesta arriba.
El camino que recorre la Serra d'Ancosa es muy bonito. Va resiguiendo la carena, subiendo y bajando, hasta el Collet de la Serra, donde cruza la carretera de Sant Martí Sarroca a La Llacuna. Es un buen sitio para parar a descansar, el tránsito de ciclistas que suben desde Sant Martí es constante. Algunos continúan hasta La Llacuna, otros siguen por el camino asfaltado hasta Pontons y otros optan por bajar de vuelta directamente a Sant Martí.
Pista por la Serra d'Ancosa.
En el Collet de la Serra, ¡el ciclista ninja cabalga de nuevo!
Por el camino asfaltado que lleva a Pontons solo hay que recorrer unos doscientos metros antes de abandonarlo hacia la derecha, por un camino de tierra, en dirección hacia el Puig Castellar. Debajo de la cima me desvío del camino para ver los restos del poblado íbero (hay un pequeño poste señalizador). Realmente no es mas que eso, unos restos a los que hay que echarle mucha imaginación para adivinar que eso era un poblado.
Apenas unos restos casi irreconocibles.
Restos de una casa adosada a las piedras.
Parece un talayot.
Vista del conjunto de restos.
A los pocos metros del desvío al poblado hay la posibilidad de seguir por el camino que baja ya por el Bosc Negre, o bien un sendero estrecho y embarrado que en algo más de cien metros sube hasta el Puig Castellar. Me lo pienso y finalmente decido que, ya que estoy aquí, mejor arrastrar la burra esos cien metros y subir al Puig Castellar, punto más alto de la comarca del Alt Penedès con sus 945 msnm.
El Puig Castellar tiene muy buenas vistas en todas direcciones, sesión de fotos, un descansito y comienzo el descenso hasta La Llacuna. A pesar de ser bajada el primer quilómetro es bastante duro, el camino está en muy mal estado, totalmente descarnado, lleno de piedras, surcos... vamos, que es un descenso de los que no regalan nada. Hay que tirar bien de frenos hasta empalmar con la pista que he abandonado antes de subir al Puig Castellar, el resto del descenso, y de la ruta de hoy, ya es por caminos en buen estado hasta La Llacuna.
El Puig Castellar (945 msnm), cima del Alt Penedès.
Montserrat aparece al fondo.
La Llacuna... ahora todo es bajada.
Vistas hacia el Penedès.
Cruce de caminos en el Coll del Corral.
De vuelta a La Llacuna.
Distancia: 24,3 Km.
Desnivel acum.: +650 mts. -650 mts.

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