sábado, 17 de marzo de 2018

Matinal en bicicleta al Pla de la Calma

Hace un montón de años, unos cuarenta más o menos, mi hermano Enrique y yo nos propusimos hacer la travesía del Montseny. Cargados con nuestro mochilones y la tienda de campaña de nuestro padre -era de lona blanca, con palos de fresno y sin suelo- nos pusimos a caminar en Aiguafreda dirección al Pla de La Calma y Collformic, guiándonos con el inevitable mapa de la Alpina. Acampamos en la Font de Sant Andreu al lado de Collformic, eran otros tiempos y no te tenías que preocupar de donde dormir, ahí donde te pillaba la noche plantabas la tienda y listo. Al día siguiente, una espesa niebla que no dejaba ver nada nos hizo desistir de subir a Matagalls y continuar al Turó de l'Home y Santa Fe como queríamos hacer. Nos volvimos caminando hasta la estación de tren de Palautordera ¡25 kilómetros de carretera!... y terminamos la excursión tan felices como si hubiéramos hecho una gran travesía.
Estos recuerdos son los que me vienen a la cabeza esta mañana, cuando a las ocho me pongo a pedalear en el Molí de l'Avencó. Hace un frío que pela (1º5 C), no parece que estemos a mediados de Marzo pero el día ha amanecido despejado y espero entrar en calor cuando me alcance el sol. El camino va subiendo suavemente siguiendo la Riera de l'Avencó y cruzándola varias veces, como es muy pronto el sol no llega al fondo del valle y aún están todos los prados escarchados.
El Molí d'Avencó.
Pasarela en Aiguafreda sobre la Riera d'Avencó.
Resclosa de la Font del Vern.
El Gorg de l'Olla.
Mi intención inicial era subir por El Pujol para llegar a Collformic, pero al llegar a la altura de la Font d'en Vinyes me encuentro con que el camino está cerrado por una cadena y un cartel advierte de la prohibición de paso a los ciclistas, solo dejan pasar caminado. Toca cambiar de planes y doy media vuelta hasta el desvío de La Mora donde empiezo la subida de verdad. La pista se enfila por la Serra de Picamena hasta el Pla de la Calma a base de curvas, en total son ocho kilómetros con una pendiente mantenida del 7 al 8% y un desnivel de unos 650 metros. Curiosamente es el mismo recorrido que hace cuarenta años.
Pista de subida a La Mora.
Aiguafreda al fondo de la Riera d'Avencó.
Masía del Clot en La Mora.
La pista que sube por la Serra de Picamena.
A los cinco kilómetros de subida llego a la masía del Clot, la única del antiguo diseminado de La Mora que aún está habitada. Un poco más arriba está la iglesia de Sant Cebriá de La Mora, originalmente románica (S.XI) con un ábside muy bonito por su simplicidad. La fachada principal y el campanario son posteriores (S.XVIII), de cuando este diseminado llegó a tener la increible cifra de... ¡doce familias!. Es un buen sitio para hacer una parada y descansar un rato disfrutando de la tranquilidad del lugar.
Sant Cebriá de La Mora.
La fachada y el campanario.
El ábside semiesférico románico.
Posando para la cámara.
El camino continua subiendo más o menos con la misma pendiente hasta el Pla de la Rompuda, donde ya aparece Matagalls al fondo. Poco más adelante llego a la Masía de la Caseta y el relieve empieza a suavizarse un poco, como si anunciara que ya estoy llegando al Pla de la Calma. La visibilidad hoy es muy buena y la vista se extiende sobre toda la Plana de Vic, con el Pirineo nevado como telón de fondo.
El Pla de la Rompuda, al fondo asoma Matagalls.
Masía de La Caseta.
La Plana de Vic y el Pirineo al fondo.
Subiendo hacia el Pla del Bassau.
En el Pla de Bassau enlazo con la pista que viene desde Collformic y que lleva hasta Tagamanent recorriendo todo el Pla de la Calma. Aquí la vista sobre Matagalls, Les Agudes y el Turó de l'Home es realmente espectacular, en la umbría de Les Agudes aún se pueden apreciar algunos restos de nieve. Por delante tengo la subida a Roques Blanques, la última de hoy y mucho más suave que todo lo que llevo pedaleado hasta ahora.
Matagalls, Les Agudes y el Turó de l'Home desde el Pla del Bassau.
Subiendo a Roques Blanques.
El Sot dels Avellaners desde la Cabana d'en Ramón.
En Roques Blanques, el punto más alto de la excursión de hoy, abandono la pista para acercarme a la Cabana d'en Ramón donde el 1.976 se descubrió una estela con grabados del Neolítico que formaba parte de la cabaña. Para asegurar su conservación el original se trasladó al pueblo del Montseny y en la cabaña se instaló una réplica. De vuelta a Roques Blanques me dispongo a iniciar el descenso, el día se ha ido poniendo gris y el aire es muy frío, así que me abrigo bien y... ¡A disfrutar de la bajada!. Es un descenso largo y muy divertido, la pista es amplia y en buen estado lo que permite bajar bastante rápido.
La Cabana d'en Ramon.
Reproducción de la estela de la Sitja del Llop.
Empieza la bajada en Pedres Blanques.
El Pla de la Llacuna... el nombre es evidente.
Al lado del Tagamanent hago una parada en la masía de El Bellver. Esta masía no tiene el aspecto típico de las masías de la zona, mas bien es una casa fortificada con su torre de defensa en un lateral, actualmente acoge un restaurante y un punto de información del Parc Natural del Montseny.
Torre de la masía El Bellver.
Tiene aspecto de fortaleza.
Fachada con las ventanas renacentistas.
El Tagamanent.
En el Collet de Sant Martí a los pies del Tagamanent decido abandonar la pista asfaltada y seguir por el GR-5, con la intención de empalmar con una pista poco más adelante. El caso es que me despisto, me paso el desvío y continúo por el GR-5 hasta mucho más adelante de lo que tenía previsto. Este tramo del GR está en muy mal estado y algunos tramos prefiero bajarlos a pie, por precaución y porque también se ha de tener cuidado con la gente que sube caminado.
Nunca me canso de este paisaje.
Bajando por el el GR-5... ¡menuda trialera!
Llegando de vuelta a Aiguafreda.
El Pou de Gel Gran de l'Avencó.
Ya de vuelta en Aiguafreda me acerco a ver los Pous de Gel de l'Avencó, el Pou Gran está relativamente bien conservado pero el Pou Vell está totalmente cubierto de vegetación. Realmente un poco de mantenimiento y limpieza les iría muy bien.
Distancia: 29,4 Km.
Desnivel acum.: +964 mts. -964 mts.

1 comentario:

  1. Precioso el recordatorio a Enrique. Pero, como este, tienes y tendrás muchos más.

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