martes, 30 de marzo de 2021

Románico por el Alt Urgell (II). Catedral de la Seu d'Urgell

Nuestro segundo día lo hemos reservado para visitar la catedral de la Seu d'Urgell y el Museu Diocesà d'Urgell. Esta catedral, dedicada a Santa María, es la única catedral románica en estado puro de Catalunya. La edificación actual la inició el obispo Odón en el 1122, y la finalizó su sucesor Arnau de Preixens el 1182. El conjunto catedralicio esta formado por la iglesia de Santa María, la de de Sant Miquel o Sant Pere, el claustro, y el museo diocesano, que ocupa la antigua Casa del Deganat.
La fachada principal, lógicamente orientada a poniente, es de un estilo lombardo muy italiano. El campanario que la culmina parece una filigrana, con sus columnas tan finas y los dos pisos de ventanales. La puerta central se encuentra custodiada por seis leones: dos debajo del friso, dos a la altura de la imposta, y dos algo más desgastados a nivel del suelo. En la arquivolta más exterior se puede ver unas caras, una de las cuales me recuerda a la de Joda en la Guerra de las Galaxias.
Fachada principal de la catedral de la Seu d'Urgell.
La puerta principal con seis leones custodiándola.
Estilo lombardo puro en la parte superior.
Joda en la arquivolta exterior.
La puerta de la fachada norte es más reciente (finales del S.XII) y vale la pena detenerse a contemplar los capitales y la decoración de las arquivoltas. En esta fachada se percibe un cierto aspecto defensivo en la sencillez de la misma y en las cuatro torres que enmarcan el edificio: dos en la fachada principal y dos en los extremos del crucero.
La fachada norte de aspecto defensivo.
Portal de la fachada norte.
Capiteles del lado izquierdo.
Capiteles del lado derecho.
Continuando con el recorrido exterior nos vamos al ábside en el que destaca la galería superior, similar a otras iglesias románicas italianas, los ábsides del transepto no tienen correspondencia en el exterior. Los capiteles del ábside están decorados con motivos vegetales y de animales, pero solo se pueden apreciar bien tirando de zoom. Resiguiendo el perímetro de la catedral llegamos a la cabecera de la iglesia de Sant Miquel con sus tres ábsides, perfectos en su sencillez con arcuaciones ciegas y lesenas. El campanario es un añadido posterior.
El ábside de la cabecera desde el Parc del Cadí
La galería del ábside.
Vistas hacia la Serra del Cadí desde el parque.
Exterior de la iglesia de Sant Miquel.
La entrada al recinto y el Museu Diocesà se hace por la antigua Casa del Deganat. Para no alargar en exceso este post, dejo las fotos del museo para el siguiente post. Empezamos visitando la iglesia de Sant Miquel, a la que se accede desde el claustro. Del edificio original del S.XI se conservan los tres ábsides y el transepto, así como parte de la nave única, la cubierta de la cual se rehízo con arcos de diafragma en el S.XIV. Las pinturas originales que decoraban el ábside se encuentran actualmente en el MNAC.
Vista del interior de Sant Miquel o Sant Pere.
Las pinturas originales en el MNAC.
Cabecera de la iglesia de Sant Miquel.
Ventana geminada en el muro sur.
Ahora toca disfrutar del claustro, intentando captar todos los detalles de los capiteles... ¡hay para un buen rato!. Los canecillos que decoran el voladizo de los tejados de la catedral son muy bonitos, con caras y motivos vegetales, pero no se pueden apreciar en detalle salvo que se tire del zoom de la cámara. Una curiosidad es que la fuente que hay en el claustro, en realidad es la pila bautismal de Sant Vicenç de Estamariu. El galería oriental románica fue sustituida en el siglo XVII por otra con pilares que sostienen arcadas, más anchas y altas que las originales.
Conjunto del claustro con la catedral.
Ala oeste desde el interior del claustro.
El ala sur del claustro.
Canecillos del lateral de la catedral.
Detalle de la torre central de la fachada.
El portal de acceso a la catedral.
Unos atlantes.
Leones.
Leones devorando la cabeza de hombres.
Triunfo de la fe sobre el mal.
Músicos tocando la vihuela.
Simios que representan la lujuria.
Grifos y encima margaritas, símbolo de pureza.
Hombres luchando contra leones.
La catedral tiene planta basilical con tres naves, divididas en cuatro tramos por arcos torales. Los pilares están decorados con semiesferas (símbolo de la vida). La nave central está cubierta con bóveda de cañón, mientras las laterales los están con bóvedas de arista, la impresión general que se percibe es la de una iglesia muy alta para ser románica. Las dos naves del transepto tienen una galería encima de los ábsides, que conecta con la galería exterior del ábside principal, lo que proporciona una luminosidad que no es habitual en el románico.
La nave principal.
Vista hacia los pies de la iglesia.
El ábside central.
Cúpula del transepto.
El ábside central está presidido por la Mare de Deu d'Urgell, una imagen del S.XIII en madera policromada. La flor de lis que sostiene en la mano derecha podría indicar su procedencia del sur de Francia. El frontal del altar románico, también llamado "de lo Apóstoles", se conserva en el MNAC. En una de los ábsides del transepto, se conservan seis tablas del retablo de Sant Ermengol (Juan Segovia, 1756) en los que se representan pasajes de la vida del santo, entre ellos la construcción de Els Pontarrons, o la caída y muerte del santo desde el Pont de Bar. 
La Mare de Deu d'Urgell.
Nave del transepto con la galería superior.
Frontal del altar románico conservado en el MNAC.
Las tablas del retablo de Sant Ermengol.
La construcción de Els Pontarrons.
Caída y muerte del santo en el Pont de Bar.

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