domingo, 21 de marzo de 2021

Flandes dels Cassots y Avenc d'Ordal

A pesar de que ya es posible salir por toda Catalunya, prefiero ser prudente y no juntarme con toda la estampida de gente que ha salido de Barcelona este fin de semana. A las ocho menos cuarto ya estoy en el aparcamiento de la zona de escalada de Subirats, en la carretera de acceso al Castell. La temperatura hoy es realmente baja, solo 3ºC, por lo que me pongo a caminar a buen ritmo para entrar en calor.
A pocos metros del aparcamiento sale un sendero que cruza el torrente y se enfila por el otro lado del mismo, con una pendiente mantenida pero no excesiva. No es complicado de seguir ya que está muy bien marcado, lo único es que hay que estar atento para no saltarse el desvío para entrar en Les Flandes. Poco antes de llegar a unas viñas, hay una roca muy característica en mitad del sendero, el desvío sale hacia la derecha unos metros antes de esta.
Sendero de subida.
Roca que marca el desvío.
El origen de este curioso lugar es la superposición de dos estratos de rocas calcáreas, que tienen un comportamiento muy diferente. El inferior es una calcárea triásica de unos 200 millones de años de antigüedad, y de consistencia flexible. El estrato superior, es una calcárea cretácica de unos 100 millones de años y tiene una consistencia mucho más rígida, lo que no le permite adaptarse a los cambios de pendiente provocados por los plegamientos. Esto hace que se produzcan fisuras que evolucionan a fracturas abiertas. Los grandes bloques formados de esta manera, ayudados por la lluvia y la erosión, se deslizan sobre el estrato plástico inferior quedando amontonados de la forma actual.
Como he venido muy temprano, he tenido la suerte de poder disfrutar de este paraje en absoluta soledad. Resulta muy entretenido curiosear por entre los bloques buscando los lugares más recónditos y los pequeños detalles, las formas de las raíces de los árboles luchando entre las grietas para llegar al suelo, o las pequeñas oquedades y puentes entre los bloques... Me ha recordado mucho a Les Estunes de Banyoles, o los Bufadors de Beví.
Entrada a Les Flandes.
Bloques de roca.
Encinas y enredaderas.
El paso empieza a estrecharse.
El punto más estrecho y umbrío.
Es un lugar mágico.
Las raíces buscan el suelo entre las rocas.
Uno de los pasos entre las rocas.
Fósiles de ostras entre las dos capas de caliza.
Hacia el final del recorrido.
Al final del recorrido por Les Flandes el sendero sube hasta las viñas de la parte superior, el contraste entre la umbría de los Flandes y la luminosidad que me recibe en la viña es espectacular. Al otro lado de la viña pasa el camino que va parar a Can Vidal, donde tomo el desvío hacia la izquierda para llegar a la Serra del Pi de Moió.
Por el camino veo el tronco muerto de la Alzina de Can Ros. Se le calculaba una antigüedad de 400 años, tenía unos quince metros de alto y un perímetro del tronco de más de cuatro metros. El 1990 fue alcanzada por un rayo y finalmente murió.
Barraca de pedra seca.
La viña ya quiere brotar.
Alzina de Can Ros.
En la Serra del Pi de Moió.
Un descanso en las antenas que coronan la Serra del Pi de Moió y continúo ya de bajada por la misma pista hasta el cruce de la pista que va de Can Revella al Castell de Subirats. Justo en el mismo cruce, a la izquierda, se encuentra el Avenc d'Ordal. En realidad no es un avenc en el estricto sentido, es una pequeña sima, que se baja sin ningún problema y que da acceso a la cavidad. Esta se extiende en pendiente por debajo de la pista, tiene unos 35 metros de largo, un ancho de 12, y una altura de entre tres y cuatro metros en su parte más alta. Al final de la cavidad hay una pequeña gatera que daría acceso a otra sala mucho más pequeña.
Boca de entrada.
Interior de la cavidad.
Gatera al fondo de la cavidad.
Formaciones tipo bandera.
Estalagmitas.
La perfecta definición de la paciencia.
De vuelta al camino, este baja casi directo hasta el Castell de Subirats. Tan solo se abandona por un sendero señalizado para evitar un par de curvas de la pista. Como toda la bajada es por terreno bastante despejado y con bastante pendiente, las vistas son muy buenas en todas las direcciones. Como tampoco hay que preocuparse por los desvíos, se puede disfrutar todo el rato del paisaje, que hoy son espectaculares por el ambiente tan limpio que hay.
Camino de bajada, al fondo Sant Sadurní d'Anoia.
Vistas hacia Montserrat.
Vista hacia Els Cassots.
El Castell de Subirats.
Al llegar al castillo lo encuentro cerrado, con toda este jaleo del COVID19 ahora las visitas solo se hacen con reserva previa. Mientras tanto solo es posible acceder al exterior del recinto, así que le doy la vuelta completa por el paseo que lo rodea y dejo la visita para otro día.
Murallas del castillo.
Los restos de la torre.
La Font Santa.
La Creu del Castell.
Más vistas hacia Montserrat.
Entrada al recinto.
Santuari de la Mare de Déu de la Fontsanta.
El Castell desde la carretera.
Ya solo me queda un pequeño tramo de carretera hasta el punto de partida, una parte del cual es posible evitarlo por un sendero que sale al lado de la Creu del Castell.
Distancia: 7,3 Km.
Desnivel acum.: +287 mts. -287 mts.

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