Fin del confinamiento... ¡Ya podemos salir a caminar!

Han pasado siete semanas desde que, el 14 de Marzo, se declaró el confinamiento total por la epidemia de COVID19. Es muy discutible la racionalidad de esta medida por lo que respecta a los municipios pequeños, de hecho, habríamos podido salir cada fin de semana a caminar por el término municipal sin cruzarnos con nadie, bueno... quizás algún jabalí u otro animal. Otra cosa son las grandes ciudades y áreas metropolitanas (donde sí que tenía sentido el confinamiento total de la población) y la restricción de las actividades de riesgo como esquí de montaña, escalada, etc...

En cualquier caso hoy -por fin- estamos autorizados a salir a caminar libremente, siempre que nos mantengamos dentro de los límites del municipio. Eso me da muchas posibilidades, no en vano somos el segundo municipio más grande del Alt Penedès, y tenemos todo el Parc d'Olèrdola para pasear y disfrutar de la primavera, que ha explotado casi sin darnos cuenta. Tampoco nos afecta la limitación de franjas horarias al ser un municipio de menos de 5.000 habitantes, por lo que me ahorro el madrugón.

Curioso accesorio para el paseo de hoy.	A cinco minutos de casa.
La primavera ha explotado con todos su colores.	Destaca el rojo intenso de las amapolas.

En los caminos más cercanos al pueblo aún me encuentro con algunos vecinos, que han salido a pie o en bicicleta. Pero más adelante ya no me cruzaré con nadie hasta la vuelta. Por el camino voy encontrando espárragos, muchos no valen la pena ya que es un poco tarde, pero aún así encuentro bastantes.

Todos teníamos ganas de salir.	Disfrutando del paseo entre bosques y viñas.
Aún no podemos, pero pronto pasearemos por Montserrat.	Algunos no han llevado nada bien el confinamiento.

Mi intención era llegar hasta la Font de l'Ametlló por el camino original desde las viñas de Cal Passeres. Sin embargo no logro encontrar el punto en que empieza a flanquear por debajo de la escarpadura. Ya de por sí es un camino muy poco marcado, y supongo que casi dos meses sin pasar nadie han hecho que se desdibuje aún más.

Tras dar un par de vueltas buscando la entrada al camino, decido ir hasta la bajada equipada que lleva a la zona de escalada. Esta tiene el sendero mucho más marcado y lo encuentro sin problemas. Ahora solo queda flanquear bajo las paredes y baumas de la zona de escalada hasta llegar a la Font de l'Ametlló.

Bajada a la zona de escalada.	El tramo equipado con grapas, cuerdas y cables.
Encajes de vigas de las casas medievales.	La bauma más grande de la zona de escalada.
La Font de l'Ametlló.	Este es el camino que buscaba desde arriba.

Ahora sí, tomo el camino que buscaba a la ida y que empieza en la misma fuente. Está hecho a conciencia, con márgenes de piedra seca bien consolidados en las partes más estrechas, pero un poco tapado por la vegetación. Seguramente es de origen medieval, y daba acceso a una torre de defensa que se encuentra un poco más abajo de la fuente, y que tengo pendiente encontrar en alguna otra excursión. De paso hago una fita en la entrada que buscaba antes, justo al lado de una marca de GR muy desdibujada y apenas visible.

De vuelta cruzo el bosque de Cal Passeres hasta llegar al Fondo del Pomeral, donde retrocedo un poco para ir a la Cabana dels Xiprers, una de las pocas que no visité cuando hice la ruta de les barracas de pedra seca d'Olèrdola. También ha sido restaurada por la Secció de Pedra Seca del CEP, que reparó totalmente el techo y limpió de maleza su alrededor.

La Cabana dels Xiprers.	El Fondo del Pomeral.
Los Tres Pins de Moja.	Ya tenemos para una tortilla de espárragos.

De vuelta a casa por la Muntanyeta ya aprieta el calor, pero ha estado una buena excursión después de tantos días sin poder salir.

Distancia: 6,95 Km.
Desnivel acum.: +104 mts. -104 mts.