sábado, 13 de abril de 2019

Jaca medieval... ¡Visita imprescindible!

Primer día de los cuatro que vamos a pasar esta Semana Santa en la Jacetania y el Alto Gállego, para conocer el románico de esta zona. Han sido cuatro días en los que hemos visitado tal cantidad de iglesias y monumentos que no queda otro remedio que hacer una entrada por cada día... !en total hicimos casi 500 fotos!. Para todo aquel que le guste el románico hay una página que, en mi opinión, es absolutamente imprescindible visitar: www.romanicoaragones.com, mucha de la información para preparar estas visitas la he encontrado en ella.
El mismo viernes por la tarde nos vamos para Jaca, y cuando llegamos nos encontramos con la entrada de las cofradías a la catedral para el pregón de Semana Santa... ¡como se nota que estamos en tierras aragonesas!.. ¡le dan al tambor con ganas!.
El sábado, relativamente temprano, nos ponemos en marcha para aprovechar al máximo el día. Nos hemos apuntado a la visita guiada "Jaca medieval" que organiza el Museo Diocesano de Jaca a las 11 de la mañana, pero antes nos acercamos a ver el puente románico de San Miguel (S.XV) sobre el río Aragón, un agradable paseo de unos 2 kilómetros (ida y vuelta).
De vuelta a Jaca pasamos por la Ciudadela de Jaca, construida en el S.XVII conserva intacto todo el perímetro en forma de estrella, en el foso hace 45 años que habita una manada de ciervos y que son - sin duda - uno de sus atractivos. El otro atractivo de la ciudadela es el museo de miniaturas militares y de las tropas de montaña. Como el tema militar no nos atrae en absoluto no entramos a visitarla y nos dirigimos hacia la catedral para empezar la visita guiada.
Puente de San Miguel (S.XV).
Vistas hacia Peña Oroel.
¡Hace fresquito esta mañana!.
Peña Collarada dominando la Ciudadela de Jaca.
Los ciervos del foso de la ciudadela.
Portón de acceso a la ciudadela.
La visita comienza en la Lonja Mayor con una explicación de la historia del Reino de Aragón, el guía que hace la visita es muy ameno y las explicaciones no se hacen aburridas en absoluto. De la Lonja Mayor nos hace notar la excepcionalidad del crismón trinitario que decora el tímpano de la entrada, o el desgaste de la columna del lado norte, fruto de tantos peregrinos que han pasado la mano por la misma a lo largo de los siglos. También nos explica la decoración de los capiteles con escenas del profeta Daniel en las columnas del lado sur y de los constructores de la catedral en el lado norte.
Fachada sur de la Catedral de San Pedro de Jaca.
La Lonja Mayor.
El crismón trinitario del tímpano.
Desgaste de la columna por el roce de los peregrinos.
Capiteles del lado norte de la portada.
Capiteles del lado sur de la portada.
La siguiente parada es el interior de la catedral. Es de planta basilical con tres naves, las exteriores de menor altura para descargar el peso de la principal, la sensación general es de una iglesia bastante oscura, pero en realidad esto es a causa de las diferentes capillas y retablos añadidos a posterioridad, que han cegado bastantes de las ventanas originales. La cúpula que cubre el crucero pasa por ser la cúpula románica más antigua de la península. Las bóvedas de las naves son de estilo gótico (S.XVI), y de los ábsides originales solo queda el de la nave sur. En el ábside central, del año 1790, destacan las pinturas de Fray Manuel Bayeu y el órgano de construcción aun más reciente (1860). Bajo el altar mayor hay tres urnas de plata repujada con las reliquias de Santa Osoria, San Indalecio, San Felix y San Voto. Estas dos últimas en una misma urna... juntas pero no revueltas.
Nave central con la bóveda de estilo gótico.
La cúpula del crucero con sus curiosos arcos fajones.
El ábside sur, el único de los tres originales conservado.
Ábside central con las pinturas de Fray Manuel Bayeu.
Detalle de las pinturas del ábside central.
Sarcófago en alabastro del obispo Pedro Baguer (S.XVII).
Capilla de San Miguel Arcangel (S.XVI).
La fachada norte desde el claustro.
Continuamos con una breve visita al Museo Diocesano, situado en el claustro de la catedral y las dependencias que lo rodean, el claustro románico original fue remodelado a finales del S.XVII para cerrarlo. El guía nos presenta las piezas más importantes del museo, las dos salas dedicadas a las pinturas murales románicas, con un vídeo explicativo de la sala de la iglesia de Bagüés, y los capiteles del Sátiro y del Rey David que se encontraba en la Lonja Chica.
El capitel del Sátiro (S.XII).
Detalle de la figura del sátiro.
Las tres caras del fabuloso capitel del Rey David y los músicos (S.XII).
Estado actual del claustro.
Recreación holográfica de como era originalmente.
Antes de dar un paseo por las calles del centro de Jaca, el guía nos explica los capiteles y el tímpano de la Lonja Chica. Aunque esta lonja es uno de los elementos de la catedral que más llaman la atención a primera vista, resulta que es uno de los más recientes de la catedral. Fue construido en el S.XVII con capiteles procedentes del claustro de la catedral, entre ellos el del Rey David. El tímpano del portal también está rehecho en base a restos del tímpano original (las dos figuras del tetramorfos). Otro de los elementos curiosos de la lonja es la Vara Jaquesa, tallada en un lateral del portal y que servía de referencia de medida para las transacciones comerciales.
La Lonja Chica.
Molde de la Vara Jaquesa.
Portada de la Lonja Chica.
Escena de la burra de Balam.
El sacrificio de Isaac.
Escenas de la vida de San Sixto II.
El casco antiguo de Jaca es extrañamente regular y ordenado, resulta que Sancho Ramirez (hijo de Ramiro I, primer rey de Aragón) viajó a Roma el año 1068 para rendir vasallaje al Papa, y así asegurarse su independencia del reino de Navarra. A su vuelta trasladó la sede episcopal a Jaca, ordenó la construcción de la catedral y reordenó la ciudad siguiendo los cánones de los castros romanos.
En el recorrido por las calles del centro pasamos por delante del antiguo hospital, de estilo plateresco, y vamos al convento de las benedictinas - "las benitas" - para ver el excepcional sarcófago románico de Doña Sancha, hija de Ramiro I. Por lo que se ve esta mujer era de armas tomar, y al enviudar de Ermengol III conde de Urgell se dedicó a la educación de su sobrino y futuro rey Pedro I. Tal era su poder e influencia que llegó a regir la diócesis de Pamplona entre 1082 y 1083 y luego el monasterio masculino de San Pedro de Siresa hasta su muerte en 1097. El sarcófago fue encargado por su sobrino Pedro I y originalmente se encontraba en Santa Cruz de la Serós, cerca de San Juan de la Peña. Fue trasladado al convento de Jaca en 1622, ahora se expone en una sala del convento junto con las pinturas murales de la cripta (S.XIII) del mismo convento. Lamentablemente, al ser un convento de clausura en activo, no dejan hacer fotos por lo que he tenido que buscarlas en internet (www.romanicoaragones.com).
El guía nos lleva a continuación a la Torre del Reloj, también conocida popularmente como Torre de la Cárcel. Es una edificación del S.XV que cumplió las funciones de cárcel, residencia del recaudador de impuestos del rey y, finalmente, se instaló un reloj con campanas para dar la hora oficial sin depender de la catedral. Las campanas ahora se encuentran en el patio del ayuntamiento donde se termina la visita. Realmente ha sido todo un acierto apuntarnos a esta visita guiada, el guía ha resultado muy ameno y simpático, y nos recuerda que con la misma entrada de la visita se puede volver a entrar al museo y visitarlo detenidamente, cosa que haremos a la tarde.
Plaza porchada de la Catedral.
Entrada plateresca del antiguo hospital de Jaca (S.XVI).
Sarcófago de Doña Sancha (foto: A. G. Omedes).
Sala del sarcófago de Doña Sancha (foto: A. G. Omedes).
La Torre del Reloj (S.XV).
La campana principal de la Torre del Reloj.
El ábside sur de la catedral.
Detalle de las ménsulas y la cornisa del ábside.
Reponemos fuerzas en el Bar Marboré en la calle Ramón y Cajal, en el mismo centro. Para nosotros es sin duda uno de los mejores sitios de Jaca, si no el mejor, para comer de tapas. Un breve paseo alrededor de la ciudadela para hacer la digestión, y nos encaminamos de nuevo al Museo Diocesano para visitarlo detenidamente, en especial las dos salas de las pinturas murales. La sala que alberga las pinturas de la iglesia de Bagüés (S.XII) merece por si sola un buen rato, a lo largo de las paredes se desarrolla una autentica biblia en versión cómic, con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. En la entrada a la sala destaca la reja original de Santa María de Iguacel (S.XI-XII) y un fragmento de pintura mural de Santa Eulalia de Susín llamado "los llorones de Susín" (S.XII).
Reja de Santa María de Iguacel.
Detalle de la la reja de Santa María de Iguacel.
Los "Llorones" de Santa Eulalia de Susín.
Pinturas murales de la iglesia de Bagüés.
Creación de Adán y Adán dando nombre a los animales.
La Natividad.
El bautismo de Cristo
Las bodas de Caná.
El prendimiento de Jesús.
La resurrección de Lázaro.
El Calvario.
Ascensión de Cristo a los cielos.
En la otra sala dedicada a las pinturas murales románicas hay dos ábsides completos, el de San Juan Bautista de Ruesta (S.XII) y el de la ermita de la Virgen del Rosario de Osia (S.XIII). Completa la sala un buena colección de pinturas murales menores, pero no por ello menos interesantes.
Ábside de la ermita de la Virgen del Rosario de Osia.
Martirio de Santa Lucía, ábside de Osia.
Ábside de San Juan de Ruesta.
Serafín en el ábside de San Juan de Ruesta.
San Lucas en el ábside de San Juan de Ruesta.
Epifanía y huida a Egipto, iglesia de Navasa (S.XII).
El pecado original, iglesia parroquial de Urries (S.XIV).
Adoración a la Virgen, iglesia parroquial de Ipás (S.XV).
La sala capitular mantiene los arcos y capiteles románicos originales, pero pasa injustamente inadvertida en el conjunto del museo. Los capiteles son de una belleza que nada tienen que envidiar a los dos más famosos del Rey David y del Sátiro, y las vigas del techo también mantienen la decoración original.
La sala capitular desde el claustro.
Interior de la sala capitular.
Capitel decorado con grifos.
Dos personajes con túnicas clásicas y una serpiente.
Completan la colección de arte románico una serie de Vírgenes policromadas de diferentes procedencias, dos imágenes de Cristo crucificado y otras piezas como el sarcófago de Sancho Ramirez, hermanastro del rey Sancho Ramirez. En el piso superior están las salas dedicadas al gótico y estilos posteriores. También se encuentra una sala llamada "secretum", esta sala servía para guardar documentos y las piezas de orfebrería más importantes de la catedral, está decorada con pinturas del S.XVI totalmente en tonos grises y la verdad es que nos resulta un tanto lúgubre.
Cristo crucificado de la Catedral de Jaca (S.XII).
Cristo crucificado de San Vicente de Ardisa (S.XIII).
Virgen con el Niño (S.XIII).
Virgen de la iglesia de Artieda (S.XII).
Frontal de altar de Santa María de Iguacel (S.XIII).
Sarcófago de Sancho Ramirez.
La sala dedicada al arte gótico.
El "Secretum" de la catedral.
Virgen con el Niño de la iglesia de Sorripas (S.XV).
San Miguel Arcángel de la iglesia de Ruesta (S.XVI).
Con la visita al museo damos por terminado el recorrido de hoy y nos vamos a descansar al camping Valle de Tena, cerca de Sabiñánigo donde nos estaremos estos días.

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